El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, anunció una serie de exenciones fiscales para las clínicas privadas que ofrecen servicios de internación y áreas críticas, además de una reducción del impuesto a los ingresos brutos para el servicio ambulatorio.

Esta medida, calificada como un apoyo tangible en el fortalecimiento del sistema de salud, se suma a otros esfuerzos gubernamentales por reducir la presión impositiva, en contraste con las políticas del gobierno nacional liderado por Javier Milei.

Estamos bajando o eliminando algunos temas de sellos en contratos que ustedes firmen, también allí estamos bajando impuestos, afirmó Suárez, destacando el compromiso del gobierno provincial con el apoyo al sector privado de la salud.

La iniciativa fue recibida con entusiasmo por los empresarios del sector.José Luis Sánchez Rivas, presidente de la Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales, manifestó que la decisión del gobierno provincial es muy importante para nosotros.

Hace muchos años que venimos trabajando y pidiendo una disminución o exención de ingresos brutos, señaló, resaltando la crítica situación económica que atravesaba el sector.

Claudio Burgos, titular del hospital Italiano y de la Cámara de hospitales, coincidió en la importancia de la medida, describiéndola como un reflejo de la concientización del Gobierno provincial sobre la problemática que aqueja a las prestaciones privadas.

Nos ha costado mucho recuperar y poder sostener el nivel de prestaciones que se hacían antes, explicó Burgos, destacando el impacto positivo que tendrá la reducción impositiva para la continuidad del servicio.

Federico López, presidente de la Clínica de Cuyo, aseguró que los recursos ahorrados serán reinvertidos en equipamiento y tecnología, asegurando así una mejora en la calidad de atención a los pacientes.

Implicaciones y Futuro del Sector Salud Privado en Mendoza:

Esta medida gubernamental se presenta como un respiro para el sector privado de la salud mendocino, afectado por diversos factores como la inflación, el aumento en los costos de insumos y la incertidumbre económica.

El impacto positivo de esta exención fiscal podría traducirse en una mejora en la infraestructura, tecnología y equipamiento de las clínicas privadas, lo que a su vez se espera repercuta en la calidad de atención al paciente.

Se requiere un seguimiento constante para evaluar el alcance real de estas medidas y asegurar que efectivamente beneficien a los pacientes y contribuyan a fortalecer el sistema de salud provincial.