Las recientes Jornadas de Innovación e Inteligencia Artificial (IA) organizadas por El Tribuno revelaron el ritmo vertiginoso con que la tecnología está transformando el panorama empresarial y laboral argentino.

Lo que antes era concebido como un concepto futurista, hoy se materializa en miles de implementaciones a nivel nacional.

La participación de asistentes con un conocimiento profundo de la IA sorprendió a los organizadores.

Para mi sorpresa, la mayoría ya sabía lo que era y muchos estaban usando esta tecnología en sus actividades diarias, relata el presente documento.

Este avance significativo respecto a ediciones anteriores evidencia una rápida adopción de la IA en diversos sectores.

La velocidad de desarrollo de la IA es uno de los aspectos más impactantes del evento. Las empresas no solo están explorando las posibilidades de la IA, sino que muchos ya tienen proyectos en marcha.

IBM, por ejemplo, compartió datos impresionantes: más de 30.000 implementaciones de IA en empresas de todo tipo a nivel global, incluyendo Argentina y el NOA. La tecnología está avanzando mucho más rápido de lo que imaginaba, expresa un participante.

Fernando López Iervasi, presidente de Microsoft Sudamérica, reconoció la inquietante velocidad del cambio tecnológico: Estoy preocupado de que la tecnología avance tan rápido que incluso yo podría quedarme obsoleto.

Esta preocupación refleja la profunda transformación que la IA está provocando en el mercado.
Las consecuencias para el mercado laboral son evidentes: las empresas están priorizando la contratación de perfiles con conocimientos en IA sobre expertos tradicionales.

Este fenómeno, según los estudios presentados durante la jornada, marca un cambio profundo en la estructura económica del país.

Estamos viendo los primeros indicios de un tsunami tecnológico que ya está comenzando a afectar el mercado laboral argentino, afirma un experto.

La conclusión contundente del evento es que no basta con aprender sobre IA; es urgente implementarla de manera integral en las empresas.

La supervivencia empresarial dependerá, en gran medida, de la velocidad y agilidad con que se adopte esta tecnología.