Un operativo rutinario llevado a cabo por la Secretaría de Defensa del Consumidor en diferentes establecimientos comerciales de Salta reveló una irregularidad preocupante: un comercio con libro de quejas homologado, pero sin la señalización obligatoria que informa a los consumidores sobre su disponibilidad.

Este hallazgo ha generado alarma entre las autoridades y expertos en protección al consumidor, quienes enfatizan la importancia de este instrumento como herramienta crucial para la resolución de conflictos y la defensa de los derechos del consumidor.

El libro de quejas se presenta como un mecanismo fundamental para garantizar una relación comercial transparente y justa.

Permite a los consumidores registrar formalmente sus reclamos y sugerencias, mientras que a los comerciantes les brinda la oportunidad de abordar las inquietudes de manera proactiva y solucionar problemas antes de que escalen a denuncias formales ante la Secretaría de Defensa del Consumidor.

El incumplimiento en la exhibición del libro de quejas puede implicar una clara violación a la normativa vigente, señala un portavoz del organismo regulador.

Es esencial que los consumidores tengan acceso fácil e inmediato a esta herramienta para expresar sus necesidades y obtener respuestas satisfactorias.

Este incidente no solo pone de manifiesto la importancia de la concientización y cumplimiento por parte de los comerciantes, sino también la necesidad de reforzar la educación del consumidor sobre el uso efectivo del libro de quejas.

La Secretaría de Defensa del Consumidor ofrece a los ciudadanos información detallada sobre cómo utilizar este mecanismo, incluyendo consejos para registrar sus reclamos de manera clara y precisa.

Es fundamental que los consumidores conozcan sus derechos y herramientas para ejercerlos, afirma una experta en derecho consumidor.

El libro de quejas es un recurso invaluable para lograr la satisfacción del cliente y fomentar un mercado más justo e integrado.