Una investigación científica recientemente publicada ha arrojado nuevas luces sobre la expansión del Imperio Inca hacia el territorio argentino, desafiando las teorías preexistentes sobre su llegada a la región.

Un estudio realizado por un equipo de investigadores argentinos analizó dataciones por radiocarbono de 76 sitios arqueológicos distribuidos en siete provincias del noroeste argentino.

Los resultados revelaron que los Incas llegaron al territorio argentino alrededor del año 1420, mucho antes de lo que se pensaba hasta ahora.

Esta nueva cronología contradice la teoría establecida hace casi 80 años por el arqueólogo estadounidense John Howland Rowe, quien sostenía que la incursión incaica en Argentina ocurrió en 1471 durante el reinado del emperador Túpac Yupanqui.

El estudio liderado por Alejandro García, investigador del CONICET, sugiere que la presencia incaica se extendió gradualmente a lo largo de tres oleadas, lo que indica un avance estratégico y controlado más que una expansión rápida e indiscriminada.

Estos hallazgos son realmente importantes porque reconfiguran nuestra comprensión de cómo los Incas interactuaron con las culturas preexistentes en el noroeste argentino, explica García.

Nos permite explorar nuevas dimensiones en la historia del encuentro entre estas dos civilizaciones.

El estudio también arroja luz sobre la posible ruta de expansión incaica hacia Argentina, sugiriendo que podrían haber ingresado al territorio desde Chile, donde ya habían establecido una presencia significativa tras su dominio en Perú.

Esta hipótesis se sustenta en la proximidad geográfica y la evidencia arqueológica encontrada en ambos países.

La llegada de los Incas a la región tuvo un profundo impacto en las sociedades preexistentes, comenta el historiador Juan Pérez, experto en cultura incaica.

A través del comercio, la religión y la imposición de su sistema político, los Incas transformaron profundamente el paisaje cultural y social del noroeste argentino.

Las implicaciones de estos nuevos hallazgos son vastas, ofreciendo una perspectiva inédita sobre la historia precolombina de Argentina y la compleja red de relaciones que se tejió entre diferentes culturas en América.

La investigación continúa profundizando en las huellas dejadas por los Incas en el territorio argentino, prometiendo revelar aún más secretos del pasado.