Un tribunal colegiado condenó a un profesor de 45 años a cuatro años de prisión efectiva por abuso sexual simple agravado por ser encargado de la educación.

El delito ocurrió en la localidad de Aguaray y afectó a una estudiante de 16 años. El fallo, dictado por el juez Anastasio Vázquez Sgardelis y las juezas Asusena Margarita Vásquez y María Soledad Rodríguez, determina la extracción de muestras genéticas del condenado para su registro como delincuente sexual.

La condena se produce tras un proceso judicial en el que el docente fue absuelto de los cargos relacionados con abuso sexual con acceso carnal agravado por ser encargado de la educación.

A pesar de la absolución parcial, la sentencia condenatoria refleja la gravedad del delito cometido y busca garantizar la justicia para la víctima.

Este caso ilustra la vulnerabilidad de las menores en entornos educativos y la necesidad de un sistema judicial que actúe con firmeza contra quienes transgreden la confianza depositada, afirma María Elena López, abogada especializada en delitos sexuales.

El caso también destaca el impacto psicológico devastador que estas situaciones tienen sobre las víctimas.

Las consecuencias a largo plazo del abuso sexual pueden ser profundas y duraderas.Es fundamental brindar apoyo psicológico y social a las niñas y adolescentes que sufren este tipo de violencia, añade la especialista.

En otro caso similar, una mujer de Rivadavia Banda Sur denunció a su hermano de 63 años por el abuso sexual a su hija de 14 años.

Según la denuncia, el hombre acarició a la menor en diferentes partes del cuerpo y intentó tocar sus genitales mientras la llevaba en motocicleta para comprar nafta.

El caso evidencia la necesidad de una mayor concientización sobre los riesgos de abuso sexual dentro del núcleo familiar.