En una muestra de unidad y descontento, jubilados salteños y miembros de diversas organizaciones sociales se manifestaron en rechazo al veto total del presidente Javier Milei a la reforma jubilatoria que aprobó el Congreso nacional.
La protesta, enmarcada dentro de una movilización nacional, busca expresar el malestar frente a la decisión presidencial.
Durante la jornada, las calles resonaron con duras críticas al gobierno: Le pedimos al presidente que no sea tan perverso, expresó una de las jubiladas presentes en la marcha.
La concentración, que comenzó en calle Pellegrini y recorrió varias arterias para culminar en la emblemática Plaza 9 de Julio, reunió a numerosos participantes que demandan una revisión urgente de las políticas sobre jubilaciones y pensiones.
Lidia Gómez, manifestante y trabajadora jubilada, expresó con firmeza su postura: Marchamos y seguiremos marchando por la dignidad y la ética.
Como trabajadores, hemos aportado para levantar el país, y ahora algunos sinvergüenzas nos están quitando toda nuestra dignidad.
Su testimonio refleja un sentimiento de indignación y vulnerabilidad que se repite en diversas voces dentro del movimiento.
Trabajé 44 años, soy profesional universitaria, y no solo estoy indignada por mí, sino por todos los trabajadores y por la dignidad de cada persona, añadió Gómez.
Los que trabajamos aportamos, y quienes venden sus cosas en la calle también aportan.Esto es un cambio para un sinvergüenza que vino a destruir al país.
Quieren hacer desaparecer a la clase media.
Héctor Burgos, portavoz de la agrupación de Trabajadores Jubilados, señaló: Desde el Plenario de Trabajadores Jubilados nos manifestamos todos los miércoles y nuestros reclamos son los de siempre: que se mejore el haber y se fortalezca el PAMI. Este gobierno no soluciona y profundiza los problemas.
Muchos medicamentos que antes eran gratuitos ahora se hizo una quita considerable, y los aumentos en precios, tarifas de luz, gas e indumentaria están a la orden del día.
Burgos denunció un plan de guerra contra los jubilados y trabajadores y convocó a la intervención de la CGT y la CTA para convocar a un paro nacional por tiempo indeterminado.
Martha, una jubilada de 80 años que trabajó en la Municipalidad de Salta, relató con angustia cómo el aumento del precio de los medicamentos está afectando su calidad de vida.
Yo tengo una operación cardíaca y son tres los remedios que tomo.Por suerte tengo IPS de obra social, pero tengo otros medicamentos.
Yo pago más de 100.000 pesos de medicamentos y ganó una moneda, lamentó. No quiero que mis hijos me ayuden pero voy a tener que pedirles.
Hace 15 días que no tomo un remedio.
Elsa Cuello, otra participante en la protesta, calificó el veto como una crueldad infinita, una motosierra sin piedad al bolsillo de los jubilados y trabajadores.
Un aumento que no significa nada si se compara con los viajes que el presidente hace al exterior o lo 100 mil millones de pesos que le dio a la SIDE, afirmó Cuello, quien compartió el reclamo generalizado: Le pedimos al presidente que no sea tan perverso.