La provincia de Salta está envuelta en una profunda angustia por la desaparición de Jésica Elizabeth Gutiérrez, una joven de 33 años que desapareció sin dejar rastro el pasado 11 de septiembre.
La búsqueda, que ha movilizado a policías, cadetes, canes y efectivos de infantería, aún no ha arrojado resultados concretos.
En un momento de desesperación, Tamara, sobrina de la joven, concedió una entrevista exclusiva en la cual manifestó la preocupación constante que vive su familia ante la falta de avances en el caso.
Todavía no hay ninguna pista contundente sobre mi tía, ninguna prenda que se le haya caído ni nada, expresó Tamara, reflejando el profundo dolor y la incertidumbre que envuelven a los seres queridos de Jésica.
Según las declaraciones de Tamara, Jésica trabajaba de noche en una casa de comidas rápidas.Salió de su trabajo alrededor de la medianoche del 11 de septiembre.
Las cámaras de seguridad captaron su paso por la zona alrededor de las 00:53 rumbo a su hogar, ubicado a seis cuadras de una plaza que había cruzado minutos antes.
La última conexión de WhatsApp se registró a la 1:00 de la madrugada, pero luego su teléfono dejó de dar señal, según el rastreo GPS realizado por su hermana.
Añade Tamara un nuevo dolor para la familia: el suicidio del ex compañero sentimental de Jésica, con quien había estado separada durante tres meses pero seguía compartiendo domicilio.
Mi tía no soportaba esa situación de convivencia, confesó Tamara, explicando que la pareja se negaba a abandonar la vivienda conjunta.
No queremos acusar a su expareja de nada porque no tenemos ninguna prueba contra él, aclaró Tamara, aunque enfatizó lo difícil que era para Jésica vivir bajo ese mismo techo.
La familia debe ahora lidiar con el dolor por la desaparición de su familiar y el cuidado de sus cuatro hijos.
Los abuelos y la familia de sus hijos se están haciendo cargo, explicó Tamara.El más chiquito tiene 4 años, la nena 6, el otro nene 8 y el más grande tiene 17 años.
Jésica vestía el día de su desaparición un pantalón cargo fucsia, un top blanco, una campera negra y llevaba una mochila del mismo color.
Ninguna de estas pertenencias ha sido encontrada hasta el momento, lo que aumenta la incertidumbre sobre lo sucedido.
La familia continúa organizando búsquedas junto a vecinos y amigos, día y noche, en un esfuerzo por encontrar a Jésica.
La desesperación es palpable: La noche que nos enteramos que ella desapareció la buscamos hasta las 4 de la mañana, relató Tamara.
Esa noche estaba lloviendo.Muchos vecinos y amigos salieron también a buscarla.
El caso de Jésica Gutiérrez ha conmocionado a Salta, generando una ola de solidaridad por parte de la comunidad.
Se espera que las autoridades continúen trabajando incansablemente para esclarecer este enigma y dar respuestas a los familiares de la joven desaparecida.