La industria vitivinícola argentina se encuentra en una encrucijada.Si bien el país mantiene su posición como uno de los principales productores de vino del Nuevo Mundo, enfrenta desafíos económicos y competitivos que requieren respuestas innovadoras.
Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la producción ha experimentado fluctuaciones debido a factores climáticos y otros elementos, pero la calidad de los vinos argentinos sigue siendo reconocida internacionalmente.
No obstante, se observa una disminución en las ventas tanto en el mercado interno como externo, lo que impulsa a las bodegas a buscar nuevas estrategias para adaptarse a este contexto cambiante.
La volatilidad económica y las fluctuaciones en los costos de producción son factores clave que afectan nuestra competitividad, explica , integrante de la Comisión Directiva de Wines of Argentina (WOFA), organismo encargado de promover el vino argentino en el mundo.
En Bodega El Porvenir, ubicada en Cafayate, se percibe esta realidad con claridad., gerente de la bodega, afirma: La exigencia del consumidor moderno nos lleva a innovar constantemente.
Buscamos no solo ofrecer vinos de alta calidad, sino también una experiencia que refleje nuestra pasión por el terroir y nuestra compromiso con la sostenibilidad.
En este sentido, El Porvenir ha implementado prácticas sostenibles en su producción, incluyendo la certificación orgánica para sus viñedos.
Se ha centrado en la exploración de nuevas variedades y estilos, como la línea Pequeñas Fermentaciones, que rompe con las convenciones tradicionales del Cafayate.
Esta línea incluye vinos como el Naranjo tinto elaborado como blanco, pionero en su tipo en la región, y un GSM Grenache, Syrah, Mourvèdre, que destaca por su carácter único.
La bodega también ha incorporado tecnologías innovadoras, como los huevos de concreto para la fermentación, que permiten desarrollar vinos con perfiles complejos y de alta calidad.
Estos cambios no solo nos posicionan a nivel local sino que también abren puertas al mercado internacional, comenta , quien destaca la presencia de El Porvenir en 26 países.
El éxito de estas estrategias se debe, en parte, a un enfoque integral que abarca desde la producción hasta el marketing.
Contar nuestra historia, promover la riqueza de nuestros Valles Calchaquíes y colaborar con sommeliers internacionales son claves para posicionar nuestro vino, explica .
A pesar de los desafíos, la industria vitivinícola argentina se muestra resiliente y orientada al futuro.
La innovación, la calidad y la sostenibilidad serán las banderas que guíen el camino hacia nuevos horizontes en un mercado cada vez más competitivo.