La Argentina se encuentra en una encrucijada, marcada por el desafío de superar su aislamiento internacional y reinsertarse en el sistema globalizado.

Según Pascual Albanese, columnista de El Tribuno y experto en política exterior, este problema estructural, arraigado desde la asunción de Néstor Kirchner en 2003, se ha traducido en una caída significativa de los niveles de inversión y producción.

Albanese sostiene que la estrategia fundamental debe centrarse en la inserción del país en el sistema mundial, reconociendo su carácter globalizado con economías interdependientes.

El vínculo entre las dos grandes potencias que pugnan por la supremacía económica, tecnológica y militar, EEUU como potencia tradicional y China como potencia ascendente, está condicionado por esa interacción e interdependencia, explica.

La Argentina no puede optar por alineamientos ideológicos rígidos, sino por una política exterior estratégica que priorice sus intereses permanentes.

Albanese destaca la importancia de fortalecer relaciones con ambos polos geopolíticos: EEUU y China.

La Argentina no puede desatender su relación histórica con Estados Unidos y, tampoco, el vínculo comercial que nos une con China, señala.

Para Albanese, el ámbito natural para la Argentina es el Mercosur, pero también reconoce la importancia de la Alianza del Pacífico, integrada por economías más abiertas como Chile, Perú, Ecuador, Colombia y México.

Propone una convergencia entre ambos bloques para fortalecer la posición regional a nivel mundial.

Los desafíos regionales

Las diferencias ideológicas entre los gobiernos de Jair Bolsonaro (Brasil) y Javier Milei (Argentina) plantean un desafío para la integración regional.

Albanese ve con optimismo el potencial del diálogo diplomático: Esa capacidad diplomática hizo posible que Brasil, con el presidente que tiene, y Argentina, con el suyo, nada empáticos entre sí, lograran un acuerdo para que Brasil se haga cargo de la embajada argentina en Caracas, señala.

Reforma educativa y capacitación tecnológica

Para Albanese, una clave fundamental es la reforma del sistema educativo, que debe priorizar la formación profesional y la capacitación laboral permanente.

La educación debe dejar de ser un capítulo en la vida de las personas para convertirse en una dimensión permanente de la existencia humana, afirma.

Se trata de asignaturas pendientes, reconoce Albanese al referirse a la necesidad de fomentar el estudio de idiomas, la capacitación tecnológica generalizada y el estímulo para carreras científicas y tecnológicas.

La Argentina necesita un sistema político sólido que genere credibilidad interna y externa para atraer inversiones.

Albanese destaca también la importancia de una estrategia económica que considere las condiciones de la economía globalizada y priorice sectores como la agroindustria, la energía, la minería, el turismo e industria del conocimiento.

El futuro de la Argentina está ligado a su capacidad para adaptarse a los cambios globales y construir una sociedad más justa e inclusiva.