El inicio del mes de septiembre se vio marcado por un nuevo aumento en el precio de los combustibles, impactando directamente al bolsillo de los salteños.

Como se había anticipado, la nafta y el gasoil registraron un incremento promedio del 3%, sumándose a una escalada inflacionaria que afecta severamente la economía doméstica.

El gobierno nacional justificó este ajuste aludiendo a la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial, así como a una actualización en el impuesto aplicado a los combustibles líquidos.

Desde la victoria electoral de Javier Milei en noviembre de 2023, los precios de estos productos han experimentado un incremento significativo de 132%.

Este aumento se suma a la difícil situación económica que atraviesa la población, donde el poder adquisitivo ha disminuido considerablemente debido a la inflación, señala el economista local, Juan Pérez.

La escalada en los precios de los combustibles tiene un impacto directo en el transporte, la producción y el consumo, generando una cadena de efectos negativos para la economía provincial.

El impacto se refleja en las cifras: la nafta súper pasó de costar 971 pesos en mayo a 1.106 pesos en septiembre, mientras que el diesel subió de 1.052 pesos a 1.162 pesos en el mismo período.

Estos datos evidencian una tendencia preocupante para los consumidores y generan incertidumbre sobre el futuro del sector energético.

La situación actual nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de implementar políticas públicas que permitan controlar la inflación y proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos, concluye Pérez.

Es fundamental buscar soluciones sostenibles que aseguren un desarrollo económico justo e inclusivo.