El Ministerio de Capital Humano, a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), activó el pago de las Becas Progresar correspondiente al mes de agosto.
Este programa, dependiente de la Secretaría de Educación, busca fortalecer las trayectorias educativas de jóvenes en situación de vulnerabilidad mediante un incentivo económico.
En consonancia con la actualización del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), se implementó un cambio significativo en los requisitos de acceso a las Becas Progresar.
Desde este mes, el piso mínimo para acceder al beneficio se elevó a 262.432,93 pesos.
De acuerdo con la Resolución 132024, el monto mínimo de ingresos para solicitar la beca aumentará en los meses sucesivos: 268.056,50 pesos en septiembre y 271.571,22 pesos en octubre.
Este ajuste busca garantizar que las Becas Progresar continúen siendo un apoyo efectivo para los jóvenes que necesitan concretar sus proyectos educativos, afirma un portavoz del Ministerio de Capital Humano.
La actualización de los requisitos se alinea con el objetivo fundamental del programa: brindar oportunidades reales de acceso a la educación superior para sectores vulnerables.
Para ser beneficiario de las Becas Progresar, los estudiantes deben cumplir con diversos criterios, incluyendo:
Ser argentino nativo o naturalizado, o extranjero con residencia legal en el país por al menos dos años.
Haber cumplido entre 16 y 24 años al momento de la solicitud. Que la suma de los ingresos del estudiante y su grupo familiar no exceda tres SMVM, salvo excepciones para jóvenes con pensión no contributiva por invalidez.
Ser alumno regular en una institución educativa.
Las Becas Progresar se dividen en cuatro líneas: Obligatorio, que promueve la finalización de la educación obligatoria; Superior, destinada a estudiantes universitarios; Trabajo, para cursos de formación profesional; y Enfermería, para quienes cursan dicha carrera en universidades y terciarios.
El calendario de pagos comenzó hoy y continuará durante la semana según la terminación del DNI.
Este programa educativo cumple 10 años desde su implementación en enero de este año y se ha convertido en una herramienta fundamental para la inclusión social y laboral de miles de jóvenes en situación vulnerable.
El impacto emocional de estas becas es palpable, ya que permiten a los beneficiarios perseguir sus sueños educativos sin las limitaciones económicas que antes les impedían hacerlo.