¿Auriculares y pérdida auditiva?El ruido cotidiano amenaza nuestra salud.
La salud auditiva se encuentra cada vez más amenazada por la exposición constante a ruidos intensos, un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una tercera parte de la población mundial y tres de cada cuatro habitantes de ciudades industrializadas presentan algún grado de pérdida auditiva como consecuencia del ruido ambiental.

En España, se estima que alrededor de cinco millones de personas sufren hipoacusia o sordera.

El próximo Día Mundial de la Audición, conmemorado el 3 de marzo, pone de manifiesto este problema de salud pública y la necesidad urgente de tomar medidas para prevenirlo.

La OMS destaca que las principales causas del daño auditivo son las ideas erróneas y las mentalidades estigmatizantes en torno a la audición, que generan falta de sensibilización tanto en la población general como en los profesionales de la salud.

El Dr. Roberto Valdés, jefe de Otorrinolaringología del hospital Ribera Povisa en Vigo, identifica como principales fuentes de ruido nocivo el tráfico, los transportes (aviones, trenes), las discotecas y conciertos, así como el uso prolongado de reproductores personales de música con volumen excesivo.

El uso de auriculares es la actividad diaria más popular entre los universitarios, lo que está provocando que la pérdida auditiva aparezca a edades más tempranas, advierte Valdés.

Según el especialista, la pérdida de audición inducida por el ruido se denomina traumatismo acústico, agudo o crónico.

El traumatismo acústico agudo se produce tras una exposición breve pero intensa al sonido (explosiones, disparos, conciertos), mientras que el traumatismo acústico crónico es una pérdida auditiva gradual y permanente causada por la exposición continuada a ruidos elevados.

El Dr. Valdés ofrece algunos consejos para prevenir la pérdida de audición:

Establecer un límite máximo de volumen en los auriculares, idealmente 85 decibelios (dB) o menos, y activar alertas cada 20 horas si el usuario supera este límite.

Nunca superar los 100 dB. Los insertores auriculares son aún más peligrosos. Utilizar aplicaciones móviles como sonómetros para controlar la exposición al ruido.

Aplicar la fórmula 60-60: no utilizar auriculares durante más de 60 minutos al día ni a un volumen superior al 60% del máximo.

Alejarse de las fuentes de ruido, amortiguar el sonido con protectores auditivos y evitar generar ruidos molestos para otros.

La exposición al ruido tiene consecuencias graves para la salud que van más allá de la pérdida auditiva.

El Dr. Valdés señala que puede dificultar la comunicación, aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, causar insomnio, generar estrés y problemas psicológicos, afectar al aprendizaje y a la memoria.

Es importante recordar que los daños en el oído causados por el ruido son irreversibles.Una vez deterioradas las células ciliadas del oído interno, no se pueden recuperar.