El Big Bang, la teoría que explica la creación del universo, se enfrenta a una nueva incógnita gracias al descubrimiento de tres estrellas inusuales por el telescopio James Webb.

El hallazgo, reportado por el físico Avi Loeb, desafía la comprensión actual sobre la formación de las primeras galaxias y abre preguntas profundas sobre el origen del cosmos.

Loeb, reconocido por su exploración de galaxias misteriosas detectadas por el mismo telescopio, señala que estas estrellas poseen una edad extrema: su luz rojiza indica que se formaron cuando el universo tenía apenas un 20% de su edad actual.

Su densidad estelar es sin precedentes, con una masa por unidad de volumen un millón de veces mayor que la Vía Láctea.

Sorprendentemente, estas estrellas son cien veces más pequeñas que las estrellas de nuestra galaxia.

Este descubrimiento contradice los modelos cosmológicos actuales, ya que estas estrellas sugieren una formación de estrellas mucho más temprana que lo previsto por el Big Bang.

Estas estrellas desafían los modelos existentes sobre la formación de estrellas, afirma Loeb.Su existencia plantea preguntas fundamentales sobre cómo y cuándo se formaron las primeras galaxias.

La hipótesis principal apunta a que la conversión de gas en estrellas podría ser significativamente más lenta en estas zonas, lo que sugiere la posibilidad de agujeros negros supermasivos en el centro de estos puntos rojos.

La edad extrema de estas estrellas también implica una existencia previa al supuesto origen del universo, desafiando la narrativa tradicional del Big Bang.

Este hallazgo abre un nuevo capítulo en la exploración del cosmos, con implicaciones profundas para nuestra comprensión del universo.

Este descubrimiento es emocionante y desafiante, comenta un astrofísico especialista.Nos obliga a redefinir los límites de nuestro conocimiento sobre el origen y evolución del universo.