El comercio salteño atraviesa una profunda crisis.
El comercio en Salta enfrenta una difícil coyuntura económica, marcada por una disminución significativa en las ventas y un alza vertiginosa en los precios.
A pesar de las campañas promocionales implementadas durante las liquidaciones de invierno, los comerciantes no han logrado revertir la tendencia negativa que afecta al sector desde hace meses.
Las ventas caen en picada desde julio, relata Luisa, propietaria de una farmacia ubicada en la calle Caseros.
Agosto y lo que va de septiembre han sido pésimos.La gente casi no gasta, y lo poco que tiene lo destina a la alimentación.
Luisa afirma que su negocio ha experimentado una caída del 40% en sus ventas, situación agravada por los constantes incrementos de precios y el alto costo del alquiler.
La inflación se come todo: las ganancias y el capital, lamenta.
El panorama es similar en otras zonas comerciales del centro salteño.
Un gerente de una tienda de ropa en la peatonal Alberdi señala que la situación es muy compleja.Aunque las liquidaciones de invierno generaron un leve aumento en las ventas, se quedaron lejos de los resultados obtenidos en años anteriores.
Implementamos ofertas para atraer clientes, pero no vemos mejoras, expresa el gerente. Una empleada de una tienda de jeans en la misma zona coincide en que cuesta mucho vender.
Tras las festividades del Milagro, observaron una disminución notable en las compras.Sin embargo, mantienen la esperanza de que la llegada de la primavera impulse las ventas con las nuevas colecciones disponibles.
Otro problema que enfrentan los comerciantes es el incremento sostenido en los costos de servicios básicos como la electricidad.
El año pasado pagábamos 60 mil pesos de luz, ahora medio millón, comenta una trabajadora de una boutique de ropa ubicada en la peatonal Alberdi.
Esta situación ha llevado a muchos clientes a buscar opciones más económicas.La dueña de la boutique relata que antes los peregrinos del Milagro traían sus ahorros y compraban algo, pero este año no vimos eso.
A pesar de las dificultades, los comerciantes mantienen su optimismo.Luisa, al expresar su deseo de un futuro mejor para el sector, resume la situación con contundencia: Estamos haciendo un sacrificio tremendo para que venga algo mejor.