El temblor ocular, también conocido como mioquimia palpebral, es un síntoma común que puede generar inquietud e incluso preocupación.
Afortunadamente, la mayoría de las veces se trata de una condición benigna y autolimitada.Sin embargo, comprender sus causas y posibles soluciones es fundamental para aliviar el malestar y evitar complicaciones.
Si bien no tenemos una respuesta definitiva sobre la causa fisiológica del temblor ocular, sospechábamos que podría estar relacionado con el estrés o la tensión muscular, explica Dra.
Marta Gómez, oftalmóloga especialista en trastornos oculomotorios.Observamos que aumenta su frecuencia después de periodos prolongados de trabajo frente a pantallas, bajo presión laboral o situaciones estresantes.
Este fenómeno se atribuye principalmente al orbicular palpebral, el músculo responsable del parpadeo, que puede entrar en un ciclo vicioso de tensión y fatiga.
El uso excesivo de pantallas, la falta de descanso y la disminución de la frecuencia de parpadeos pueden contribuir a este desgaste muscular.
Es importante recordar que parpadear es fundamental para lubricar los ojos y eliminar partículas irritantes, resalta el Dr. Juan Pérez, experto en optometria.
Cuando no parpadeamos con suficiente frecuencia, se produce un síndrome del ojo seco que puede desencadenar espasmos palpebrales.
Para combatir este problema, expertos recomiendan técnicas sencillas como descansar la vista cada 20 minutos, aplicar compresas frías sobre los ojos y aumentar el consumo de líquidos.
En algunos casos, una dieta rica en potasio, presente en alimentos como plátanos, espinacas o batatas, puede ser beneficiosa para fortalecer el músculo.
Si el temblor ocular persiste durante más de dos semanas, se intensifica o se acompaña de otros síntomas como enrojecimiento, dolor ocular o dificultad para abrir los ojos completamente, es importante consultar a un oftalmólogo.
En casos más complejos, podemos recurrir a tratamientos con toxina botulínica o cirugía, explica la Dra.