La reciente muerte de María Branyas Morera, quien ostentó el título de persona más longeva del mundo con 117 años, ha dejado a la comunidad científica con una interrogante aún sin resolver: ¿qué es lo que permite a algunas personas alcanzar edades tan extraordinarias?
Branyas, conocida por su salud y lucidez hasta sus últimos días, se convirtió en un objeto de estudio para investigadores como el científico catalán Manel Esteller, quien intentaba desentrañar los secretos de una vida larga y saludable.
A pesar del fallecimiento de Branyas, la búsqueda por comprender la longevidad continúa.La ONU estima que en 2050 habrá 3,7 millones de supercentenarios a nivel mundial, lo que convierte al estudio del envejecimiento saludable en un campo crucial para la salud pública.
Existen varios factores que se cree contribuyen a este fenómeno.Un estudio publicado en PNAS sugiere que una mayor cantidad de linfocitos T, las células encargadas de combatir enfermedades e infecciones, podría ser clave para la longevidad.
Héctor Rodríguez, experto en el tema, afirma: Los supercentenarios comparten la característica de estar excepcionalmente sanos, y ahí reside la clave de las investigaciones en el campo del envejecimiento.
De las particularidades biológicas, factores como la dieta mediterránea, un clima favorable y una vida social activa también juegan un papel importante.
El caso de María Branyas es particularmente intrigante.Nacida en Estados Unidos en 1907, vivió a través de eventos históricos como la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil Española.
Su supervivencia a estas tragedias, así como su recuperación del COVID-19 a los 113 años, son ejemplos del extraordinario poder de resistencia de algunos individuos.
Branyas mencionaba en una entrevista que su longevidad se debía al orden, la tranquilidad, el contacto con la naturaleza y la positividad.
La genética también juega un papel importante.Branyas provenía de una familia con antecedentes de larga vida.
Daniel Pellicer Roig, experto en envejecimiento celular, afirma: No existe un único secreto para la larga vida.
Es una combinación de factores genéticos y ambientales.
La muerte de María Branyas representa una pérdida significativa para la comunidad científica, pero su legado continúa inspirando investigaciones que buscan comprender mejor el envejecimiento humano.
El objetivo final es encontrar formas de mejorar la salud y la calidad de vida de las personas durante todo el ciclo vital.