La chirimoya: La fruta olvidada que nutre el cerebro.
Las frutas ocupan un lugar fundamental en cualquier dieta saludable, ofreciendo una amplia gama de nutrientes esenciales para el bienestar del organismo.

Entre la diversidad que ofrece este grupo alimenticio, destaca la chirimoya (Annona cherimola), una fruta originaria de los Andes peruanos, a menudo pasada por alto pero repleta de beneficios, especialmente para la salud cerebral.

La chirimoya es rica en antioxidantes, compuestos que protegen las células del daño causado por los radicales libres, explica el sitio especializado Tua Saúde.

Estos antioxidantes actúan como una barrera contra el estrés oxidativo, un factor clave en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.

Esta fruta es una fuente considerable de vitaminas del grupo B, esenciales para el buen funcionamiento del sistema nervioso central y la salud mental.

Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la chirimoya también aporta una gran cantidad de agua, carbohidratos, proteína vegetal y fibra.

Sus beneficios se extienden más allá del cerebro, incluyendo la reducción de la retención de líquidos, protección contra parásitos, propiedades ansiolíticas y aumento de la sensación de saciedad.

La incorporación de la chirimoya a la dieta puede ser sencilla y deliciosa.Se puede disfrutar sola como un snack saludable, agregarla a batidos con leche o yogurt natural, combinar con aguacate en tostadas, preparar mousse cremosa, integrar en ensaladas de frutas o utilizar en salsas y aderezos.

La accesibilidad y el sabor delicioso de la chirimoya la convierten en una excelente opción para quienes buscan mejorar su salud cerebral y general, concluye un experto en nutrición.