La investigación por el asesinato de Fernando Gómez y las heridas sufridas por Arnaldo Ariel Gareca y Franco Walpa durante una represión policial en Aguas Blancas sigue estancada, generando indignación entre la comunidad y los familiares de las víctimas.
El abogado David Leiva, representante legal de Gareca, quien recibió un disparo en la cabeza, denunció la falta de avances significativos en el caso.
No se ha incorporado la pericia balística al expediente, por lo que no se conoce el calibre del arma utilizada para asesinar a Gómez ni los resultados de la autopsia, señaló Leiva.
Tampoco sabemos la distancia y dirección desde la cual se produjo el disparo.
Leiva subrayó la necesidad de aclarar las circunstancias del operativo policial, especialmente considerando que la versión oficial de Gendarmería indica que se realizaron 1.800 disparos de munición antitumulto con escopetas calibre 1270 dirigidos hacia el suelo, a pesar de los testimonios que afirman que los disparos provenían de la posición de las fuerzas policiales.
Según mi cliente y otros testigos, los gendarmes abrieron fuego contra los bagayeros, quienes estaban organizados en grupos y solo transportaban hojas de coca, sin armas, aseguró Leiva.
La falta de información sobre el operativo policial ha generado aún más cuestionamientos.Se desconoce si se han tomado declaraciones a todos los gendarmes involucrados ni a todos los testigos presenciales.
Solo el Centro de Estudios Legales y Sociales CELS solicitó informes sobre el caso, pero aún no hay una respuesta concreta, lamentó Leiva.
Ni siquiera ningún diputado o senador ha solicitado información al respecto.
La familia de Gómez exige justicia por la muerte de su ser querido, mientras que Gareca aún sufre las consecuencias físicas y emocionales del ataque.
La incertidumbre que rodea a este caso deja en evidencia la necesidad de una investigación transparente y efectiva para esclarecer los hechos y responsabilizar a los culpables.