El otoño, con sus cambios bruscos de temperatura y la mayor frecuencia de reuniones sociales, trae consigo un aumento significativo en las infecciones respiratorias virales.

Si bien la mayoría de estos casos no representan una amenaza grave para la salud, es crucial tomar medidas preventivas y terapéuticas para aliviar los síntomas y acelerar la recuperación.

El Dr. Francisco Sanz Herrero, secretario del área de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), destaca que la causa principal de estas infecciones durante esta época del año son los virus, siendo el más frecuente el virus de la gripe.

Otros patógenos como el SARS-CoV2 (COVID-19), el virus respiratorio sincitial (VRS) y el rhinovirus también circulan ampliamente.

El especialista enfatiza que las infecciones respiratorias virales suelen durar entre 5 y 7 días, con síntomas como goteo nasal, estornudos, dolor de garganta, tos, moco, fiebre y dolores musculares.

En personas mayores o con enfermedades crónicas subyacentes, estas infecciones pueden ser más graves.

Un aspecto fundamental a tener en cuenta es la importancia de evitar el uso de antibióticos en estos casos.

Los antibióticos no son efectivos contra virus y su uso indiscriminado puede generar resistencia bacteriana, advierte el Dr. Sanz Herrero.

El tratamiento se centra principalmente en medidas sintomáticas, como el reposo, la hidratación adecuada mediante agua o infusiones, el consumo de alimentos nutritivos y el uso de antipiréticos para controlar la fiebre.

La vacunación contra la gripe se presenta como la mejor herramienta preventiva, especialmente recomendable para personas mayores y con enfermedades debilitantes.

El especialista también destaca la importancia de una buena higiene personal, como lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto con personas enfermas.