La Primera Dama saliente, Melania Trump, ha optado por no cumplir con una tradición protocolaria al rechazar la invitación de su sucesora, Jill Biden, para mostrar los interiores de la Casa Blanca.
Este gesto ha generado un debate sobre la postura discreta que ha caracterizado el mandato de Melania Trump y sus diferencias con las anteriores Primeras Damas.
A diferencia de Michelle Obama o Hillary Clinton, quienes se involucraron activamente en causas sociales durante su tiempo en la residencia presidencial, Melania Trump se mantuvo alejada del escrutinio público.
Su participación principal fue una campaña contra el ciberacoso escolar, y sus memorias recientes no revelaron mucho sobre sus convicciones políticas, excepto por su posición contraria al aborto, que diverge de la de su marido.
La discreción de Melania Trump ha sido una constante durante su tiempo en la Casa Blanca, afirma un analista político.
Su estilo de vida minimalista contrasta con el perfil público más activo que adoptaron otras Primeras Damas.
Esta tendencia a mantener un bajo perfil se observa también en su escaso discurso público y su enfoque en la imagen personal, caracterizado por un cuidado meticuloso de su estética.
Las reacciones al silencio de Melania Trump han sido diversas. Algunos la aplauden por su postura reservada, mientras que otros critican su falta de compromiso con causas sociales y políticamente relevantes.
Es innegable que Melania Trump ha dejado una huella distintiva en la Casa Blanca.Su estilo único y su enfoque personal han definido su mandato, generando debate e interés sobre su papel como Primera Dama.