El intendente de Morillo, Atta Gerala, solicitó y obtuvo licencia por un período de 30 días luego de que su vivienda fuera allanada como parte de la investigación por el robo y venta ilegal de rieles.
El caso ha conmocionado a la comunidad local y generado una gran incertidumbre sobre el futuro del gobierno municipal.
Los allanamientos se llevaron a cabo en nueve domicilios, incluyendo dos propiedades pertenecientes al intendente Gerala.
En una de estas propiedades, una finca, se encontraron aproximadamente 150 rieles robados, lo que ha intensificado las sospechas contra el jefe comunal.
Su hijo, Juan Miguel Yopi Gerala, también fue imputado en la causa, aunque fuentes judiciales han indicado que Atta Gerala es considerado el principal sospechoso.
La situación actual presenta un escenario complejo para Morillo, comentó un analista político local, quien prefirió mantener su nombre en anonimato.
La licencia del intendente genera un vacío de poder en un momento crucial para la localidad.
El robo y la posterior venta a Bolivia de rieles ferroviarios representa un grave problema económico para la región, ya que afecta directamente la infraestructura vital para el transporte de mercancías y pasajeros.
Las autoridades esperan poder esclarecer los hechos y determinar responsabilidades en el marco de esta investigación.
La comunidad local espera con ansias respuestas sobre el futuro del caso y la posible restitución de los rieles robados.