Israel ha confirmado la muerte de Yahya Sinwar, líder de Hamás y considerado el cerebro detrás del ataque terrorista del 7 de octubre que desencadenó la invasión israelí a Gaza.

La noticia, difundida por medios oficiales israelíes, se acompaña de imágenes impactantes que muestran el cuerpo sin vida de Sinwar rodeado de soldados.

El Ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, calificó este acontecimiento como un gran logro militar y moral para Israel y una victoria para todo el mundo libre contra el eje del mal del islam radical liderado por Irán.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron la muerte de Sinwar durante un enfrentamiento en el que se neutralizaron tres terroristas más.

Se especula que el líder de Hamás fue abatido mientras intentaba escapar, según el Ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien publicó en redes sociales una imagen con las fotos de otros líderes de grupos considerados terroristas por Israel, incluyendo al ex jefe del brazo armado de Hamas, Mohamed Deif.

Gallant llamó a los miembros restantes de Hamás a emerger, liberar a los rehenes, levantar las manos y rendirse.

La muerte de Sinwar ha generado reacciones encontradas.Mientras que algunos celebran este golpe al grupo terrorista, otros temen que la eliminación del líder pueda intensificar aún más el conflicto y dificultar las negociaciones para la liberación de los 97 rehenes todavía retenidos en Gaza.

El Foro de Familias de Rehenes ha emitido un comunicado instando a transformar el logro militar en uno diplomático mediante la búsqueda de un acuerdo inmediato.

El propio primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reconocido la complejidad del escenario: Hoy el mal ha sufrido un duro golpe, pero la tarea que tenemos por delante aún no está completada.

Netanyahu ha reiterado su compromiso con la liberación de todos los rehenes y ha ofrecido a los miembros de Hamás la posibilidad de irse y vivir si liberan a los secuestrados.

La muerte de Sinwar, un líder carismático que ascendió al poder tras el asesinato del anterior líder de Hamás, Ismail Haniye, abre un nuevo capítulo en este conflicto que ya ha cobrado la vida de más de 42.400 personas.

Se espera que su eliminación tenga un profundo impacto en la dinámica política y militar del territorio palestino y sus alrededores.