Un Acuerdo Difícil: La Pesca Mediterránea En El Equilibrio Entre Sostenibilidad Y Viabilidad Económica.
La Unión Europea ha llegado a un acuerdo sobre las posibilidades de pesca en sus aguas del Atlántico y el Mediterráneo para 2025, una decisión que busca equilibrar la sostenibilidad del ecosistema marino con la viabilidad económica del sector pesquero.
El pacto, logrado por unanimidad tras dos días de intensas negociaciones en Bruselas, implica una reducción significativa en el esfuerzo pesquero de los arrastreros en aguas mediterráneas españolas y francesas, un 66% menos que lo acordado inicialmente.
Esta medida, impulsada por la Comisión Europea para abordar la problemática de la mortalidad por pesca excesiva y preservar las poblaciones de peces, ha sido recibida con una mezcla de satisfacción y preocupación por parte del sector pesquero español.
Si bien el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, celebra el acuerdo como un buen resultado que permitirá mantener los días de trabajo actuales (130), otros sectores se muestran más críticos.
Cristóbal Hernández, armador almeriense, apunta a la reducción inevitable en la captura con la implementación de redes más selectivas, y Antoni Abad, presidente de la Federación Nacional Catalana de Cofradías de Pescadores, expresa su temor por la viabilidad económica del sector ante una reducción tan significativa en los días de faena.
El acuerdo contempla un mecanismo de compensación que podría permitir aumentar el número de días de pesca si se adoptan prácticas más sostenibles.
El comisario europeo de Pesca, Costas Kadis, destaca doce medidas clave para alcanzar la sostenibilidad, entre las cuales se incluyen el uso de mallas con mayor tamaño, puertas voladoras y la implementación de vedas temporales en ciertas zonas para proteger especies como la gamba roja y los alevines de merluza.
El fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura ofrecerá financiación para la adquisición de estas nuevas tecnologías, según ha confirmado el comisario Kadis.
Las dudas sobre su eficacia y la incertidumbre ante un futuro sin una política a largo plazo generan preocupación en el sector pesquero.
Nos encontramos con un escenario incierto, declara José María Gallart, presidente de Asopesca, quien califica el acuerdo como un fracaso al no garantizar una solución definitiva para el sector.
La sostenibilidad del ecosistema marino y la viabilidad económica del sector pesquero se enfrentan en un delicado equilibrio.
El acuerdo alcanzado es un paso importante en esta dirección, pero queda pendiente la implementación efectiva de las medidas y la creación de un marco regulatorio a largo plazo que garantice la prosperidad del sector y la salud del Mediterráneo.