El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, se reunió con autoridades de la Unión Industrial Argentina (UIA) tras dos postergaciones por parte del ministro de Economía, Luis Caputo.

La agenda apretada de Caputo, con viajes a Brasil para la Cumbre del G20 y a Uruguay para la reunión de presidentes del Mercosur, había retrasado el encuentro, aunque nunca fue cancelado.

Sturzenegger aprovechó la oportunidad para escuchar los pedidos impositivos urgentes presentados por la UIA, liderada por Daniel Funes de Rioja.

Los principales reclamos están dirigidos a la creación de una Cuenta Única Tributaria a nivel nacional y a la simplificación de los regímenes de información y percepción, explicaron fuentes cercanas al encuentro.

La UIA busca que el sistema tributario funcione similar a una cuenta corriente, permitiendo utilizar saldos a favor para compensar deudas en una única ventanilla.

Exigen una reducción de la complejidad administrativa y burocrática de los regímenes actuales, argumentando que esto genera un costo excesivo para las empresas, especialmente las pequeñas y medianas.

Un problema provincial: Saldos millonarios por el IIB
la principal preocupación de la UIA se centra en el nivel provincial, particularmente en el impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIB).

Las alícuotas nominales que aplican algunos regímenes de recaudación duplican el monto a pagar, generando saldos a favor millonarios que son difíciles de recuperar.

En 2024, el saldo promedio de Ingresos Brutos acumulado por empresa asciende a 526 millones de pesos, revela un informe reciente de la UIA basado en datos de 107 empresas, 65 de las cuales son pymes.

El problema se agrava debido a que un 40% del saldo proviene de provincias donde las empresas no tienen establecimientos físicos, lo que evidencia un sistema recaudatorio ineficiente y poco transparente.

La recuperación de estos saldos puede tomar entre 1 y 12 meses para la mayoría de las empresas, mientras que una parte considera que el dinero es irrecuperable.

Consensos fiscales: ¿Palabras vacías?
La UIA exige consensos fiscales para eliminar esta carga impositiva, argumentando que la acumulación de saldos a favor perjudica la competitividad industrial.

A pesar de que han existido acuerdos fiscales entre gobiernos y el sector privado desde 2017 hasta 2022, la UIA los califica como expresiones de deseo que no han logrado soluciones concretas para los contribuyentes.

El ministro Caputo ha asegurado públicamente que eliminará las retenciones y débitos a medida que se mantenga el superávit fiscal.

Queda por ver cómo se concretará esta promesa en el contexto del impuesto sobre los Ingresos Brutos, una competencia legal provincial.