La comunidad médica celebra un hito significativo con la realización del tercer trasplante de riñón de cerdo modificado genéticamente a un ser humano, marcando un avance prometedor en la lucha contra la escasez de órganos humanos.

Towana Looney, una mujer de 53 años de Alabama, se encuentra actualmente en mejor estado de salud después de la intervención quirúrgica realizada por el equipo médico del NYU Langone Health.

Looney había sido diagnosticada con insuficiencia renal varios años atrás, tras complicaciones durante un embarazo que provocaron hipertensión arterial.

A pesar de haber donado un riñón a su madre en 1999, la enfermedad progresivamente deterioró su salud, dejándola en necesidad de diálisis.

La búsqueda de un donante compatible se tornó un desafío debido a altos niveles de anticuerpos en su sangre que probaban una respuesta inmunitaria agresiva al trasplante.

La espera fue interminable, relata Looney, durante ocho años perdí lentamente los vasos sanguíneos disponibles para la diálisis, mientras mi condición empeoraba.

La autorización para recibir un riñón de cerdo con 10 modificaciones genéticas bajo el programa de acceso ampliado de la FDA, también conocido como uso compasivo, le brindó una nueva esperanza.

Este procedimiento, que representa el séptimo trasplante de órgano animal a humano, ha sido objeto de gran interés y debate en el campo médico.

Si bien los dos pacientes que recibieron corazones de cerdo fallecieron poco después de la intervención, el caso de Looney presenta un panorama alentador.

Siento que me han dado otra oportunidad en la vida, afirma con optimismo.
El trasplante de órganos animales a humanos, conocido como xenotrasplante, abre nuevas posibilidades para abordar la crisis global de donantes de órganos.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, cerca de 104,000 personas están en lista de espera para un trasplante en Estados Unidos, con más de 90,400 esperando un riñón.

La enfermedad renal crónica afecta a más del 35% de adultos en el país, y casi 808,000 padecen enfermedad renal terminal.

Los expertos resaltan la importancia de continuar investigando y perfeccionando las técnicas de xenotrasplante para que se convierta en una alternativa viable y segura para aquellos que necesitan un órgano.

Este es un paso importante hacia el futuro de los trasplantes, afirma el Dr. Montgomery, cirujano del NYU Langone Health.

Aún quedan muchos desafíos por delante, pero este caso demuestra el potencial revolucionario de esta tecnología.