La Fundación Casa Fraterna, un faro de esperanza para familias con niños enfermos provenientes del interior de Salta, ha desempeñado un papel vital en el apoyo emocional y logístico a aquellos que enfrentan la incertidumbre de tratamientos prolongados en la capital provincial.
Fundada en febrero de 2020 por el padre Miguel Ilal y Fernanda Chibán, la institución se erige sobre un terreno donado en Atocha, brindando refugio y cobijo a siete familias simultáneamente.
Hemos llegado a recibir niños también del interior de Argentina, afirma Chibán, directora de la fundación, Incluso hemos albergado familias provenientes de Capital Federal que buscan tratamientos especializados en Salta.
El impacto emocional de esta iniciativa es palpable.La Fundación no solo ofrece alojamiento gratuito, sino que asume el compromiso completo de brindar alimentos, transporte y acompañamiento a los pacientes y sus familias durante su estancia en la ciudad.
Es impresionante la cantidad de familias que llegan, explica Chibán en referencia al aumento en las solicitudes durante la pandemia.
La fundación se sustenta enteramente en donaciones y aportes de padrinos y madrinas, sin contar con subsidios gubernamentales.
El sistema de derivación funciona a través de los propios hospitales, quienes, al detectar la necesidad de apoyo familiar, contactan a Casa Fraterna para coordinar el alojamiento y atender las necesidades específicas del paciente.
Este modelo de asistencia social representa un ejemplo tangible de solidaridad comunitaria y compromiso con aquellos que más lo necesitan.