El presidente estadounidense, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, participaron en la tradicional ceremonia de encendido del árbol de Navidad de la Casa Blanca, un evento que se ha convertido en un símbolo de esperanza y celebración navideña.
Este año, el abeto escogido para adornar el patio sur de la residencia presidencial es un ejemplar de casi seis metros de altura que sobrevivió al huracán Helene en Carolina del Norte.
Proviene de la granja familiar Cartner, ganadora del concurso anual de la Asociación Nacional de Árboles de Navidad.
En su breve discurso, Biden enfatizó la importancia de la paz y la unidad, especialmente durante las fiestas navideñas.
Que Dios os bendiga a todos y proteja a nuestras tropas, expresó el mandatario al finalizar su intervención.
La ceremonia tuvo un significado particular para Harris, quien ha estado fuera del ojo público tras perder las elecciones presidenciales recientes.
Su presencia junto al presidente Biden y su esposo, Douglas Emhoff, refleja la importancia de la cohesión dentro del partido demócrata en estos momentos cruciales.
Las próximas semanas serán determinantes para Harris, quien según fuentes cercanas, está evaluando dos opciones para su futuro político: completar un nuevo ciclo como vicepresidenta o aspirar a la gobernación de California en las elecciones de 2026.
Esta Navidad es una oportunidad para reflexionar sobre lo que realmente importa: la familia, los amigos y la gratitud por lo que tenemos, señaló un analista político.
La elección de un árbol que sobrevivió a una tormenta simboliza la capacidad del pueblo estadounidense para superar las adversidades y avanzar hacia un futuro más brillante.