El conflicto en Siria se recrudece con la destrucción simbólica del mausoleo donde reposan los restos de Hafez al Assad, padre del depuesto presidente Bashar al Assad.
Un grupo de rebeldes sirios incendió el lugar situado en Al Qardaha, ciudad natal de Hafez al Assad y centro de su legado político.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres pero con información proveniente de dentro de Siria, ha confirmado el incidente y difundido imágenes que muestran hombres en el interior del mausoleo tras el ataque, algunos vestidos con uniformes militares.
Este acto violento se suma al caos político y social que ha envuelto a Siria desde el inicio de la guerra civil hace más de una década.
El incendio del mausoleo tiene un profundo significado simbólico, ya que representa la destrucción del legado de la dinastía al Assad, que gobernó Siria durante décadas con mano férrea.
La quema del mausoleo es un acto visceral que busca borrar el pasado y simboliza la ruptura definitiva con el régimen, explica un analista político especializado en el conflicto sirio, quien prefiere mantener su anonimato por seguridad.
Es una declaración contundente de los rebeldes que buscan construir un nuevo futuro para Siria, libre del yugo al Assad.
Este evento ocurre tras la huida de Bashar al Assad y su familia a Rusia, donde han recibido asilo político después de que la insurgencia liderada por Hayat Tahrir al Sham (HTS) tomase el control de Damasco.
El ex mandatario ha permanecido en silencio sobre su futuro y las posibilidades para Siria.
El OSDH ha revelado detalles sobre los últimos días del régimen de al Assad, incluyendo la disolución ordenada por él mismo del Ejército sirio antes de su huida.
Al Asad ordenó a las unidades militares que se deshicieran de sus uniformes, se vistieran con ropa civil y abandonaran sus puestos, informa el OSDH en un comunicado.
El futuro de Siria sigue incierto después de la caída del régimen al Assad. Las implicaciones de este evento histórico son profundas y multifacéticas, tanto a nivel político como social.
La destrucción del mausoleo de Hafez al Assad se convierte en un símbolo más de la profunda crisis que enfrenta el país.