El ejército ruso ha consolidado su avance en el este de Ucrania, tomando la localidad de Lozova en la región de Járkov y Sontsivka Krasne, cercana al bastión ucraniano de Kurájove en Donetsk.
La información fue confirmada por el Ministerio de Defensa ruso, que señala la participación de las agrupaciones militares Zapad Oeste y Centro en estas operaciones.
Estas nuevas conquistas se suman a la toma de otras localidades en las proximidades de Kurájove reportada el día anterior, confirmando la estrategia rusa de rodear esta importante ciudad estratégica.
Expertos analizan que la caída de Kurájove y la consecuente captura de Velika Novosilka supondrían un triunfo significativo para Moscú, permitiéndole controlar todo el sur del Donbás y llegar a la frontera administrativa con Zaporiyia.
Moscú se centra en el control territorial, buscando aislar las ciudades clave ucranianas como Kramatorsk y Sloviansk, afirma un analista militar ruso que prefiere mantener su anonimato.
Desde el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), se estima que Rusia aún necesita conquistar alrededor de 8.000 kilómetros cuadrados para lograr el dominio total de Donetsk.
A pesar de las declaraciones del Estado Mayor ruso sobre una expansión territorial de 4.500 kilómetros cuadrados en 2023, el ISW considera esta cifra exagerada.
El avance ruso en Donbás genera preocupación por su impacto humanitario.La población civil se ve obligada a huir de sus hogares, buscando refugio en zonas más seguras.
La situación es desesperante, declara un trabajador humanitario que presta asistencia a los desplazados.