Miles de personas se congregaron nuevamente en Stonehenge, el icónico conjunto megalítico del suroeste de Inglaterra, para presenciar el amanecer del solsticio de invierno.
El momento en que los primeros rayos solares atraviesan las imponentes piedras, como si fuera un guiño a tiempos ancestrales, marca la noche más larga del año en el hemisferio norte y da paso a la promesa del regreso de la luz.
Stonehenge, erigido hace 5.000 años en etapas durante el Neolítico (alrededor del 2.500 a.C.), sigue siendo un enigma para los arqueólogos.
¿Cuál era su propósito?A lo largo de décadas, han surgido diversas teorías: calendario celeste, mausoleo, lugar de curación incluso una plataforma para la coronación de reyes daneses o un templo druida.
English Heritage, organismo encargado de gestionar el monumento, recuerda estas propuestas que, a pesar de no estar confirmadas, enriquecen la fascinante historia del lugar.
Una nueva teoría publicada en la revista Archaeology International ofrece una perspectiva sorprendente.
Un equipo de investigadores del University College de Londres y la Universidad de Aberystwyth ha propuesto que Stonehenge pudo haber sido un monumento unificador para los pueblos británicos de la antigüedad.
La clave reside en el reciente descubrimiento del origen de la piedra del altar, la única piedra plana ubicada en el centro del círculo.
Analizada por expertos australianos y británicos, esta piedra no proviene de Gales, como se creía, sino de Escocia, a más de 700 kilómetros de distancia.
El hecho de que todas las piedras procedan de regiones distantes sugiere que el círculo pudo haber tenido una finalidad política y religiosa, afirma Mike Parker Pearson, autor principal del estudio e investigador del Instituto de Arqueología de la UCL. Es posible que sirviera como un símbolo de unidad para los pueblos británicos, celebrando sus vínculos con sus antepasados y el cosmos.
Parker Pearson compara su investigación con la ciencia forense: Un equipo de especialistas en ciencias de la tierra, cada uno aportando su propia experiencia.
Esta combinación de conocimientos nos ha permitido identificar el origen de las piedras azules y ahora, el de la piedra del altar, explica.
El descubrimiento de una piedra proveniente de Escocia abre nuevas preguntas sobre cómo se transportó una roca de seis toneladas a través de cientos de kilómetros en la era prehistórica.
¿A qué se debía este esfuerzo monumental?¿Qué tipo de vínculos culturales existían entre los pueblos que habitaban estas regiones distantes?
El misterio de Stonehenge sigue fascinando al mundo, y cada nuevo hallazgo nos acerca un poco más a comprender el significado de este monumento icónico.
El solsticio de invierno, con sus tradiciones ancestrales y su simbolismo universal, vuelve a poner en el centro del debate la importancia de este lugar que ha servido como testigo silencioso de la historia humana durante milenios.