La Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) ha anunciado un ajuste en el calendario de pagos para el mes de diciembre, con la consecuencia directa de una postergación en la entrega del aguinaldo a un grupo específico de jubilados.

Esta decisión, atribuida al feriado de Navidad y las fechas establecidas para el pago del Bono de 70.000 pesos, genera preocupación en los sectores más vulnerables, quienes dependen fuertemente de estos recursos para afrontar sus gastos.

El organismo previsional, bajo la dirección de Mariano de los Heros, comunicó que la fecha de cobro del aguinaldo será modificada, generando una demora respecto a las fechas habituales.

Esta situación impactará directamente a aquellos jubilados que cobran la mínima y perciben el Bono de 70.000 pesos, quienes verán su ingreso total retrasado en un periodo indeterminado.

La ANSES reconoce la importancia del aguinaldo para los jubilados y pensionados, especialmente en esta época del año.

Estamos trabajando para minimizar el impacto de este ajuste en las fechas de pago, manifestó un vocero del organismo.

La falta de información precisa sobre la nueva fecha de cobro genera incertidumbre e inquietud entre los beneficiarios.

Este retraso nos afecta profundamente porque ya teníamos nuestros planes elaborados para diciembre.

No podemos esperar más sin saber cuándo recibiremos nuestro aguinaldo, expresó una jubilada que solicitó mantener el anonimato.

La incertidumbre económica y la falta de planificación anticipada pueden tener consecuencias negativas en el bienestar emocional de las personas mayores, quienes se enfrentan a desafíos adicionales al vivir con recursos limitados.

Es importante destacar que la ANSES ha implementado un sistema de pagos escalonado para diciembre, donde los jubilados perciben sus haberes en diferentes días según el último dígito de su documento.

Esta medida busca optimizar el flujo de información y minimizar las colas en las sucursales bancarias.

El aguinaldo representa una parte significativa del ingreso anual de muchos jubilados, quienes dependen de este recurso para afrontar gastos como la alimentación, medicación y otros servicios esenciales.

La demora en su pago puede afectar directamente a su calidad de vida y generar situaciones de vulnerabilidad económica.