Tras veinticinco años de intensas negociaciones, la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) han alcanzado un acuerdo comercial histórico.

La firma se produjo en Montevideo, con la presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante la cumbre de los países latinoamericanos.

Este pacto supone un avance significativo en las relaciones entre ambos bloques y se prevé que genere beneficios económicos para ambas partes.

Es el inicio de una nueva historia, afirmó Von der Leyen tras la firma del acuerdo.Este acuerdo funcionará para las personas y las empresas.

Más empleos, más opciones, prosperidad compartida.

La UE estima que el acuerdo permitirá un ahorro anual de unos 4.000 millones de euros en aranceles y fomentará el aumento de inversiones, intercambio de información y homologación de condiciones.

No todos ven con buenos ojos el pacto.
Sectores como el agrario europeo expresan su preocupación por la desigualdad de condiciones respecto a sus homólogos latinoamericanos.

COPACogeca, organización que representa a los agricultores españoles, ha sido contundente en su rechazo al acuerdo: No aceptaremos un acuerdo con Mercosur que haga la vista gorda ante las principales preocupaciones de los agricultores y ganaderos sobre la divergencia de las normas de producción.

La ratificación del acuerdo dependerá del proceso legislativo en ambos bloques.En la UE, Francia se ha mostrado reticente al pacto y podría plantear nuevas objeciones.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ya había expresado su rechazo a la versión anterior del acuerdo en 2019.

Desde el punto de vista geopolítico, este acuerdo representa un refuerzo de la alianza estratégica entre la UE y Latinoamérica, y busca contrarrestar la creciente influencia de China en la región.

La Unión Europea busca fortalecer sus lazos con América Latina en áreas como las inversiones, nuevas tecnologías, cambio climático y desarrollo de infraestructuras.

El Parlamento Europeo tendrá que analizar el texto con detalle antes de aprobarlo definitivamente.

La presidenta de la institución, Delphine Colard, ha indicado que se estudiará en las comisiones de Asuntos Exteriores y Comercio.