La muerte de la pequeña L. Montserrat, internada en el Hospital Edgardo Bouhid de Pichanal con vómitos y diarrea, ha desatado una crisis sanitaria en la región.

La tragedia, sumada a denuncias previas por deficiente atención médica, ha puesto en jaque al nosocomio y generado protestas ciudadanas que exigen soluciones urgentes.

Facundo Orozco, gerente del hospital, admite la gravedad de la situación y señala el déficit de profesionales médicos como principal factor: Por cada 1.500 habitantes corresponde un médico, y actualmente Pichanal cuenta con solo seis para una población de más de 30 mil.

Esta escasez se traduce en largas esperas, falta de especialistas y una atención que deja mucho que desear, según testimonios de pobladores afectados.

La familia de la niña Monserrat denuncia una atención negligente durante su internación, asegurando que las quejas por el sistema de guardia y algunos médicos fueron ignoradas.

La muerte de L. Montserrat no es un caso aislado. Ruth Rojas, madre de otra bebé fallecida en 2022, también denunció la falta de atención adecuada durante el parto.

Ante la gravedad de la situación, el ministro de Salud, Federico Mangione, encabezará una visita a Pichanal este martes para evaluar la situación sanitaria y determinar medidas concretas para afrontar el problema.

La población exige respuestas y soluciones inmediatas para evitar más tragedias.

El gerente del hospital confirmó que dos médicos han sido suspendidos provisionalmente mientras se investiga su actuación durante la internación de L. Montserrat, uno de ellos, el Dr. Rey, también fue denunciado por la muerte de la bebé Rojas en 2022.

El Hospital Edgardo Bouhid enfrenta una crisis humanitaria y ética que demanda un cambio inmediato para garantizar la salud y seguridad de sus pacientes.