La provincia de Salta se enfrenta a una situación preocupante debido a la persistente lluvia y la amenaza de tormentas que azotan la región desde hace días.
Las precipitaciones han superado con creces el promedio histórico registrado para noviembre, alcanzando cifras que podrían duplicarse antes del final del mes.
Este fenómeno meteorológico inusual ha generado una serie de impactos en la vida cotidiana de los salteños.
La temperatura máxima del martes apenas alcanzó los 21C debido a los chubascos, especialmente concentrados en el norte de la ciudad.
El meteorólogo Edgardo Escobar explica que la llegada de una perturbación atmosférica originada por vientos y baja presión podría intensificar las lluvias durante la noche, generando tormentas debido al choque con el aire cálido y húmedo presente en la zona.
Las autoridades han emitido alertas amarillas para los departamentos de Orán y San Martín, donde se prevé que las tormentas sean más intensas.
Se espera la llegada de aire fresco, lo que provocará precipitaciones y tormentas con una probabilidad entre el 40 y 70% durante la madrugada del jueves, señaló un portavoz del Servicio Meteorológico Nacional.
A pesar de la incertidumbre en torno a la evolución de las condiciones climáticas, se prevé un leve alivio hacia el fin de semana, con un aumento gradual de las temperaturas que podrían alcanzar los 30C el domingo.
Las consecuencias del exceso de lluvia ya se hacen sentir en la provincia, provocando inundaciones en zonas rurales y daños a infraestructuras.
La situación ha generado preocupación entre la población, que teme un agravamiento de las condiciones climáticas.
Las lluvias sin tregua han afectado nuestras cosechas y nos han dejado sin acceso al agua potable, relata una habitante del departamento de Orán.
La incertidumbre sobre el futuro climático en Salta deja un profundo impacto emocional en los habitantes de la provincia.