La provincia de Salta dará un impulso significativo a su sector minero con la habilitación de dos obras viales claves en el primer trimestre de 2025.

Estas inversiones, impulsadas por Recursos Energéticos y Mineros de Salta (Remsa), buscan mejorar la conectividad del territorio y facilitar el transporte de minerales.

El proyecto más destacado es el bypass vial de Campo Quijano, un camino alternativo de seis kilómetros que conectará la ruta nacional 51 con la provincial 36, evitando así el tránsito pesado por la zona urbana del poblado.

Este proyecto, inicialmente previsto para finalizar a finales de 2024, se ha visto afectado por lluvias y trámites burocráticos relacionados con la propiedad de los terrenos.

Calculamos que en el primer trimestre de 2025 ya estará la ruta consolidada para que puedan usarla los camiones, afirmó Alberto Castillo, titular de Remsa, quien explicó que se utilizará un producto a base de bischofita, una sal marina del período Pérmico, para consolidar el camino como piedra.

Se ejecutará la primera etapa de pavimentación de 38 kilómetros de la ruta provincial 27, conectando Olacapato con Estación Salar de Pocitos en la Puna.

Esta obra, que incluye trabajos de imprimación y tratamiento asfáltico doble, se complementa con la realización de obras básicas y de arte en un segundo tramo entre Pocitos y Los Colorados, que luego será pavimentado.

Castillo destacó que la mayoría de los frentistas están donando los espacios donde va a pasar la ruta, porque ven también una gran posibilidad de un gran desarrollo inmobiliario, industrial, productivo en toda esa zona.

La nueva infraestructura busca generar estaciones de servicio, plantas, fábricas y un desarrollo urbanístico en las zonas cercanas.

Estos proyectos se enmarcan dentro del plan de conectividad que Remsa ha diseñado para el departamento Rosario de Lerma y la segunda etapa comprenderá la unión de la ruta provincial 36 con la Circunvalación Oeste a través de la ruta provincial 24 Camino a Colón.

La mejora de las vías de acceso a los yacimientos mineros en la Puna, una zona estratégica para el desarrollo del sector, es fundamental para su progreso.

A pesar del avance de la industria minera, el estado de las vías de acceso ha sido precario durante décadas.

El futuro del corredor vial nacional 51, que conecta San Antonio de los Cobres con el límite con Chile, genera incertidumbre debido a la decisión del gobierno nacional de desvincularse del mantenimiento de este tipo de obra.