John W. Hinckley Jr., el individuo que intentó asesinar al presidente Ronald Reagan en 1981, ha vuelto a ser noticia por su participación en redes sociales luego del triunfo electoral de Donald Trump.
Tras su liberación en 2016, tras 35 años internado en un centro psiquiátrico, Hinckley se ha mantenido bajo observación por las autoridades.
Su pasado como atentando lo convirtió en un personaje mediático y, con la reciente victoria de Trump, una serie de usuarios en X (antes Twitter) han pedido a Hinckley que repita su acto de 1981, pero esta vez contra el nuevo presidente.
Según información publicada por TMZ.com, Hinckley compartió una publicación promocionando su trabajo artístico y musical, la cual se vio inundada con comentarios amenazantes e incitaciones al violencia.
Ante esto, Hinckley ha pedido públicamente que cesen los mensajes negativos.Ahora soy un hombre de paz.
Por favor, dejad de hacer comentarios negativos, escribió en un nuevo post.
La situación ha provocado una investigación por parte de las autoridades locales y federales, quienes analizan la naturaleza y el contenido de los comentarios dirigidos a Hinckley.
Este incidente pone de manifiesto la tensión social que rodea a figuras públicas como Trump, y la facilidad con la que las redes sociales pueden ser utilizadas para propagar mensajes violentos e incitantes.
La respuesta de Hinckley, pidiendo paz y la cessation de las amenazas, contrasta con el fervor del discurso en línea, recordándonos la fragilidad de la estabilidad social y la necesidad de promover un diálogo constructivo.