Una creciente proporción de la población española experimenta problemas digestivos.Según datos del servicio digitalizado de nutrición Nootric, se estima que el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) afecta al 15-20% de la población, mientras que las intolerancias alimentarias han aumentado un 20% en la última década.

Estas cifras alarmantes apuntan a una compleja problemática multifactorial que incluye cambios en los patrones de alimentación, el estrés crónico, el uso excesivo de antibióticos y la exposición ambiental a toxinas.

La doctora Isabell Martorell, experta en nutrición y salud de Nootric, explica que la microbiota intestinal desempeña un papel fundamental en la digestión, realizando funciones esenciales como la descomposición de nutrientes y la generación de compuestos beneficiosos.

La creciente concienciación sobre este tema ha llevado a un mejor diagnóstico y una mayor detección de estos trastornos, pero Martorell resalta que el aumento real de casos está directamente relacionado con las circunstancias actuales: Las dietas modernas, ricas en alimentos procesados y bajas en fibra, pueden alterar el equilibrio de la microbiota intestinal.

Microbiota e Inteligencia Emocional:

El eje intestinocerebro, un sistema complejo de comunicación bidireccional entre el intestino y el cerebro, ha puesto de manifiesto una conexión crucial entre la salud digestiva y el bienestar emocional.

La microbiota intestinal influye directamente en el estado de ánimo y la salud mental al generar neurotransmisores como la serotonina, un químico esencial para el bienestar emocional.

Un microbioma desequilibrado se asocia con trastornos como la ansiedad y la depresión, evidenciando la importancia de una dieta equilibrada para mantener tanto la salud intestinal como mental.

Estrategias para Proteger la Microbiota:

Martorell destaca que la nutrición tiene un impacto directo en la salud digestiva.

Incorporar alimentos ricos en fibra, prebióticos y probióticos puede mejorar los síntomas digestivos, facilitar el tránsito intestinal y promover una digestión más eficiente.

Un plan de alimentación saludable debe incluir frutas, verduras, legumbres y granos enteros, así como productos lácteos fermentados como yogur o kéfir.

Es crucial evitar los alimentos procesados, azúcares añadidos y grasas trans, que pueden desequilibrar la flora intestinal y generar inflamación.

Un Enfoque Multidisciplinar:

El tratamiento efectivo de los trastornos digestivos requiere un enfoque multidisciplinar que combine el trabajo de médicos y nutricionistas.

Martorell enfatiza la importancia de una atención médica integral, donde los médicos diagnostican y tratan las condiciones, mientras que los nutricionistas personalizan la alimentación para optimizar el tratamiento y mejorar la calidad de vida del paciente.

Esta colaboración permite un manejo proactivo de la salud intestinal, desde la prevención hasta el tratamiento de enfermedades crónicas.