El gobierno del presidente Javier Milei ha anunciado una medida controvertida: un examen de idoneidad para 40.000 trabajadores estatales pertenecientes a la planta transitoria o contratados.
La noticia, divulgada por el vocero presidencial Manuel Adorni en Casa Rosada, ha generado incertidumbre y preocupación en las filas laborales.
El examen, programado para diciembre -cuando expiran los contratos de estos empleados-, se establecerá como requisito indispensable para la renovación del vínculo laboral con el Estado.
Según Adorni, el proceso será realizado online para asegurar objetividad, basándose en la Ley Bases y su decreto reglamentario sobre el empleo público.
Entiendo que la idoneidad será evaluada en puntos elementales para cumplir las tareas de cada puesto, explicó Adorni al ser consultado sobre los criterios a utilizar.
La falta de detalles específicos ha generado críticas por parte de sindicatos y expertos, quienes reclaman mayor transparencia en el proceso.
Este anuncio llega en un momento de gran tensión laboral.La medida afecta principalmente a personal contratado temporalmente en diversas áreas del Estado, sin especificar cuáles serán los puestos o ramas afectadas.
La ausencia de información sobre la evaluación de la idoneidad genera dudas entre los empleados, quienes se ven frente a la posibilidad de perder sus empleos si no logran aprobar el examen.
Algunos analistas sostienen que esta estrategia podría ser una forma de reducir la cantidad de personal público, mientras que otros advierten sobre su impacto negativo en la estabilidad laboral y la motivación del equipo.
La incertidumbre es enorme, afirmó un trabajador estatal a quien se le pidió permanecer en anonimato por temor a represalias.
No sabemos qué se nos evaluará, ni cómo será el examen.Nos sentimos como si estuviéramos en una carrera de obstáculos sin conocer las reglas.
El gobierno justifica la medida argumentando que busca asegurar la eficiencia y la calidad del servicio público.
La falta de información y los criterios poco claros han generado una ola de incertidumbre y angustia entre los trabajadores estatales.