Una resolución judicial histórica ha dado luz verde al traslado de una madre y su hija menor a Dublín, priorizando el bienestar y la voluntad de la niña.

La Sala Primera de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial resolvió favorablemente el recurso de apelación interpuesto por la madre tras una sentencia previa que le negaba el derecho a mudarse con su pareja e hija a Irlanda.

La decisión, tomada luego de audiencias donde se escucharon las voces de todas las partes involucradas, establece condiciones para garantizar un vínculo sólido del menor con su padre.

La niña deberá mantener contacto constante con él a través de medios digitales o telefónicos, sin intervención materna.

La madre, por su parte, se comprometió a regresar a Argentina al menos una vez al año durante las vacaciones escolares de su hija.

La decisión se basa en el principio fundamental de que la voluntad del menor debe ser considerada en estos casos, especialmente cuando demuestra madurez y capacidad de discernimiento, manifestó un portavoz judicial al respecto.

La niña, demostró una clara preferencia por vivir con su madre en Dublín, expresando su deseo con gran convicción durante las audiencias.

El fallo, que es provisional y se revisará en un año, también exige a la madre presentar pruebas de la escolarización de la niña dentro del plazo establecido y someterse a un seguimiento periódico para evaluar su adaptación al nuevo entorno.

Tanto el asesor de Menores e Incapaces como el fiscal de Cámara apoyaron la resolución, argumentando que es mejor que la niña viva con uno de sus padres en lugar de con su abuela, quien ha cuidado admirablemente del menor hasta ahora.

Este caso se inscribe en el debate actual sobre el derecho de las familias a tomar decisiones sobre el hogar y la educación de los hijos, tomando en cuenta el artículo 645 del nuevo Código Civil que regula el traslado de menores al extranjero.