La comunidad residencial cercana a la Universidad Católica se encuentra en un estado de descontento debido a la aparición repentina de una camioneta que opera como punto de venta ambulante, sin los permisos correspondientes ni las autorizaciones municipales.
Según testimonios de residentes, el vehículo fue encontrado estacionado en la rotonda principal que da acceso a la institución educativa, ocupando parte del espacio peatonal y generando molestias para quienes transitan por la zona.
Los vecinos expresan su preocupación ante la falta de regulación y control sobre este tipo de actividades comerciales improvisadas.
La situación es insostenible, afirma una vecina quien prefiere mantener el anonimato por temor a represalias.
No solo afecta la circulación normal, sino que también genera un ambiente incómodo para quienes nos gusta realizar ejercicio o simplemente caminar por la zona.
El vendedor ambulante, según los relatos de los residentes, despliega cajas repletas de paltas en la vereda, además de instalar una sombrilla que dificulta aún más el paso de peatones y limita la fluidez del tránsito.
Este escenario crea tensiones con deportistas y estudiantes que utilizan la rotonda para sus actividades cotidianas.
Es lamentable ver cómo un espacio público destinado a la movilidad segura se convierte en un área restringida por la presencia de este tipo de comercio informal, comenta un joven estudiante que practica atletismo en la zona.
La falta de control municipal nos deja expuestos a accidentes y dificulta nuestra rutina.
Ante las múltiples denuncias presentadas, la Secretaría de Tránsito Municipal ha intervenido para regularizar la situación.
Se notificó al propietario de la camioneta para que desaloje el lugar ocupado indebidamente en las próximas horas.
Los vecinos demandan una solución definitiva a este problema recurrente.
Necesitamos medidas más contundentes por parte del municipio para evitar que situaciones como esta se repitan, señala una vecina durante un encuentro con la prensa local.
La seguridad vial y el bienestar de la comunidad deben ser prioritarios.
Este incidente evidencia la necesidad de implementar políticas públicas que regulen de manera eficiente la venta ambulante, garantizando el orden público, la seguridad ciudadana y la libre circulación en espacios públicos.
Es importante destacar que la presencia del comercio informal en áreas residenciales puede generar diversos impactos negativos.
Por un lado, afecta la estética urbana y disminuye la calidad de vida de los residentes.Además, puede contribuir a la proliferación de actividades ilegales y poner en riesgo la seguridad pública.
La venta ambulante sin control genera una competencia desleal hacia los comercios formales y puede afectar el desarrollo económico de la ciudad, señala un experto en economía local.
Es necesario encontrar un equilibrio entre la necesidad de generar ingresos para quienes se dedican a esta actividad y la protección del bienestar de la comunidad.
En este contexto, las autoridades municipales deben trabajar en conjunto con los vecinos para establecer mecanismos de control y regulación que permitan una convivencia armoniosa y el desarrollo sostenible del comercio informal.