Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario revela un panorama preocupante sobre el impacto que la caída del precio internacional del litio está generando en las provincias mineras del norte argentino: Salta, Jujuy y Catamarca.

Si bien las exportaciones volumétricamente aumentaron más de un 50% respecto al año anterior, el valor económico total descendió 38%, reflejando una marcada tendencia bajista que lleva los precios del carbonato de litio desde máximos de US$80.000 por tonelada en 2022 a apenas US$10.000 hoy en día.

Esta situación afecta tanto a las plantas ya en funcionamiento, con menores ingresos, como a las empresas en etapa de exploración, que han paralizado sus operaciones masivamente.

Federico Russo, presidente de la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta (Capemisa), expresa con preocupación: El nivel de actividad actual de los proveedores está en el orden del 50% comparado con el año pasado.

Esta realidad se traduce en dificultades financieras para muchos proveedores que, con menor actividad, tienen dificultades para sostener sus operaciones y personal.

Eso implica proveedores que están pagando máquinas, por ejemplo, que venían con cierto nivel de actividad, a tener algunas complicaciones financieras, porque venían con un ritmo de actividad mucho más alto, detalla Russo.

La incertidumbre sobre el futuro del sector se palpa en la falta de licitaciones importantes para fin de año.

La caída del precio del litio golpea especialmente al sector de proveedores mineros, quienes generan empleo indirecto para cuatro trabajadores por cada uno que labora directamente en las minas.

A pesar de la situación crítica, hay una luz de esperanza.Russo menciona la expectativa sobre la recuperación del precio del litio y el inicio de proyectos metalíferos como la mina de cobre Taca Taca, impulsada por el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).

También destaca la reciente adquisición de Arcadium Lithium, con plantas productivas en Catamarca y Jujuy, por parte de la minera Rio Tinto.