Un extraordinario hallazgo arqueológico en la ciudad romana de Pompeya ha desatado la fascinación del mundo.
En las excavaciones de la llamada Ínsula de los Amantes Castos, un conjunto de pequeñas casas con decoración exquisita, se han descubierto frescos intactos que datan de hace dos milenios.
Es una ventana al pasado, nos permite comprender mejor el estilo de vida y las creencias de los pompeyanos en el siglo I a.C., declaró Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya.
Los frescos, encontrados en una casa de tamaño reducido que carecía del típico atrio central con estanque de agua, exhiben un nivel de decoración comparable al de las viviendas más grandes y lujosas.
Esta peculiaridad invita a reflexionar sobre los cambios sociales de la época romana.
Entre las impresionantes obras de arte encontradas se destaca una representación del mito griego de Hipólito y Fedra, junto con otras escenas que evocan el rico imaginario grecorromano: un symplegma coito entre sátiro y ninfa, Venus y Adonis, y un fragmento del Juicio de París.
En un pequeño patio adyacente a la casa, los arqueólogos hallaron un altar con rica pintura y decoración con motivos vegetales y animales.
Sobre él se apreciaba una águila con una rama de palma en sus garras, dos serpientes enfrentadas alrededor de un altar circular y elementos como una piña, un huevo, un higo y un dátil.
Estos detalles nos ofrecen valiosa información sobre las prácticas religiosas y la cosmovisión de los pompeyanos, comentó el arqueólogo responsable del descubrimiento.
Adicionalmente, se encontraron objetos rituales en el interior del altar, como un incensario y una lámpara con evidencias de quemado, lo que sugiere una ofrenda realizada justo antes de la erupción del Vesubio.
El hallazgo de estos frescos intactos tras dos milenios es una muestra palpable del poder duradero del arte y su capacidad para conectar el pasado con el presente.
La Ínsula de los Amantes Castos se convierte en un lugar aún más fascinante, ofreciendo al público una experiencia única e irrepetible a través de la arqueología pública o circular, que combina investigación, conservación, gestión, accesibilidad y uso para crear un ciclo virtuoso.