Microsoft ha decidido dar un giro significativo a su estrategia en el campo de la realidad mixta, anunciando la discontinuación de la producción de las HoloLens 2.
Esta decisión, aunque no sorprende dado el declive del proyecto HoloLens 3, deja una interrogante sobre el futuro del sector y si Microsoft se encuentra ante una visión perspicaz o un error estratégico.
El gigante tecnológico había invertido fuertemente en realidad virtual y mixta desde 2017, integrándola de forma integral en Windows 10 y buscando atraer a desarrolladores e fabricantes para impulsar la computación espacial, como la llama Apple, o el metaverso, término popularizado por Meta.
La realidad no ha sido tan prometedora como las expectativas iniciales.La adopción masiva de estas tecnologías no se ha materializado, lo que ha llevado a Microsoft a reconsiderar su enfoque.
A pesar del declive en el mercado general de dispositivos de realidad mixta, Microsoft continuó apostando por HoloLens, una solución más ambiciosa que la primera generación y con mayor potencial para aplicaciones profesionales.
El proyecto HoloLens 3 fue cancelado a principios de 2022, y ahora la HoloLens 2 también se retira del mercado masivo, dejando solo un modelo adaptado para el ejército estadounidense.
Esta decisión parece indicar una clara reorientación estratégica por parte de Microsoft. En lugar de competir directamente con Apple y Meta en el mercado de las gafas de realidad mixta, el gigante tecnológico está optando por colaborar con la empresa de Mark Zuckerberg.
La alianza permitirá integrar servicios como Xbox Cloud Gaming y Office 365 en el sistema operativo Horizon OS de las Meta Quest, abriendo nuevas posibilidades para la interacción con el entorno virtual.
Se espera que las gafas Meta Quest puedan funcionar como monitores externos para ordenadores Windows 11, similar a lo que ofrecerán las Vision Pro de Apple con los MacBook.
Esta estrategia sugiere que Microsoft está apostando por una integración más profunda de las experiencias virtuales dentro del ecosistema Windows, sin necesariamente centrarse en la creación de dispositivos propios.
La salida de Microsoft del mercado de la realidad mixta plantea interrogantes sobre el futuro de este sector.
Si bien Apple y Meta continúan invirtiendo fuertemente en sus respectivas visiones de la computación espacial, la falta de impulso del mercado general podría ser un indicador de que la tecnología aún no ha alcanzado su madurez.
El éxito a largo plazo de las gafas de realidad mixta dependerá de varios factores, como la adopción por parte de los usuarios, el desarrollo de aplicaciones innovadoras y la reducción de costos.
Es una decisión arriesgada, afirma David Sánchez, analista tecnológico independiente.Microsoft podría estar perdiendo una oportunidad de liderazgo en un mercado con gran potencial a largo plazo.
Otros expertos creen que Microsoft está tomando una postura inteligente al centrarse en áreas donde ya tiene una ventaja competitiva.
La realidad mixta es aún una tecnología emergente, comenta Juan Pérez, profesor de informática en la Universidad Carlos III de Madrid.
Microsoft está optando por un enfoque más pragmático, aprovechando sus fortalezas para integrar estas experiencias dentro de su ecosistema existente.
Solo el tiempo dirá si la decisión de Microsoft de abandonar HoloLens fue acertada o no.Sin embargo, esta jugada estratégica sin duda marca un punto de inflexión en la industria de la realidad mixta, dejando una incógnita sobre el futuro del sector y el papel que jugarán las grandes tecnológicas en su evolución.