El Gobierno Nacional liderado por Javier Milei ha anunciado la conformación de una Unidad Consultora para la Modernización Institucional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
La tarea recaerá sobre un comité especializado que buscará optimizar los recursos y procesos del organismo, liderado por Inés Liendo, referente del PRO en Salta.
Liendo, quien previamente se desempeñó como interventora del Instituto de Agricultura Familiar, estará acompañada por Matías Nardello, exfuncionario del gobierno de Mauricio Macri en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), y el ingeniero agrónomo Luis Negruchi, de la Asociación Argentina de Productores de Semillas (AAPRESID).
El objetivo principal de esta iniciativa, según se ha informado, será mejorar la eficiencia del INTA, perfeccionar sus servicios y optimizar el desempeño del personal.
La medida genera debate en el sector agropecuario, con opiniones divididas sobre las posibles implicaciones.
Algunos sectores ven con optimismo el impulso hacia una gestión más eficiente, mientras que otros expresan preocupación por un posible desmantelamiento de estructuras existentes y una pérdida de autonomía institucional.
Es fundamental que la modernización del INTA se realice con responsabilidad y diálogo, señala Juan Pérez, experto en política agraria.
Se necesita un enfoque que no solo busque eficiencia, sino que también preserve la capacidad de investigación e innovación del organismo.
El impacto emocional de esta decisión es palpable en el sector.La incertidumbre sobre el futuro del INTA genera inquietud entre los trabajadores y la comunidad científica.
Se espera que las próximas semanas revelen con mayor claridad el alcance de las reformas propuestas y su posible impacto en el desarrollo agropecuario del país.