La situación de largas espera en la sucursal de Tarjeta Naranja del centro de Salta ha llegado a un punto crítico, generando indignación entre los usuarios que se ven obligados a soportar horas bajo el intenso sol.

Las quejas por la lentitud en la atención y las condiciones climáticas adversas se hicieron reiteradas durante una mañana calurosa, hasta el punto de que los empleados de la financiera decidieron tomar una medida peculiar: repartir paraguas entre los clientes que aguardaban su turno.

La respuesta de la institución fue totalmente desproporcionada y poco sensible a las necesidades reales de los usuarios, declaró un usuario que prefirió mantener su anonimato.

En lugar de buscar soluciones para agilizar el servicio, optaron por una medida simplista que no soluciona el problema fundamental.

Las imágenes del reparto de paraguas se viralizaron rápidamente en redes sociales, generando una ola de críticas hacia la institución financiera.

El caso refleja un patrón preocupante en el sector bancario, donde la atención al cliente a menudo es deficiente y las filas interminables son una constante.

Expertos en servicio al cliente señalan que este tipo de situaciones generan una profunda insatisfacción entre los usuarios y erosionan la confianza hacia la institución.

La falta de empatía por parte de las empresas puede tener consecuencias negativas a largo plazo, ya que afecta directamente la imagen de marca y la fidelización de clientes, manifestó un especialista en marketing financiero.

Es necesario que las instituciones financieras tomen medidas concretas para mejorar su servicio al cliente, priorizando la eficiencia, la agilidad y el respeto hacia los usuarios.