El Ministerio de Salud Pública, a través del Programa de Bromatología, ha emitido un llamado urgente a la población que participa en las festividades del Señor y la Virgen del Milagro para reforzar medidas cruciales que garanticen la seguridad alimentaria de los peregrinos y quienes les brindan apoyo.

Nuestro objetivo principal es prevenir enfermedades transmitidas por alimentos y asegurar una experiencia saludable para todos los feligreses durante este importante evento religioso, expresó Marta Chuchuy, jefa del programa de Bromatología.

Se han elaborado recomendaciones específicas tanto para los peregrinos como para quienes les brindan asistencia:

Para los peregrinos:

Lavarse las manos con agua y jabón o desinfectarlas con alcohol en gel antes de comer y después de usar el baño.

Llevar una botella de agua segura para mantenerse hidratado durante su recorrido. Consumir alimentos preparados, como sándwiches o viandas, inmediatamente después de recibirlos.

Evitar alimentos crudos o poco cocidos, priorizando opciones que hayan sido sometidas a una cocción completa.

Para quienes asisten a los peregrinos:

Abastecerse de suficiente agua potable en contenedores limpios y preferiblemente con grifo, para consumo, preparación de alimentos y lavado de manos.

Contar con bolsas para la correcta disposición de los residuos, evitando la acumulación de basura y la proliferación de vectores.

Mantener una adecuada higiene personal, incluyendo el lavado frecuente de manos y el uso de elementos de protección como barbijos y guantes, especialmente al manipular alimentos.

Al preparar comidas para los peregrinos, asegurarse de lavarse bien las manos antes de manipular alimentos, evitar mezclar alimentos crudos con cocidos, usar el cabello recogido y cofia o gorra, y ofrecer preparaciones cocidas en lugar de alimentos crudos.

Conservar los alimentos de manera adecuada, respetando las temperaturas de refrigeración y evitando la exposición prolongada al calor.

La prevención de enfermedades transmitidas por alimentos es fundamental para proteger la salud de todos los participantes en estas festividades.

El incumplimiento de estas recomendaciones puede tener consecuencias graves para la salud pública, generando un impacto emocional significativo en las comunidades afectadas.