Argentina enfrenta un escenario económico complejo marcado por retos importantes en materia inflacionaria, tipo de cambio y crecimiento.
A pesar de las profundas políticas de ajuste implementadas y la relativa estabilidad que ha comenzado a mostrar el mercado, persisten riesgos significativos, especialmente relacionados con la inestabilidad política interna y la dependencia de los precios internacionales.
El economista Gustavo Reyes, experto en macroeconomía y miembro del Consejo Evaluador Latinoamericano, analizó durante una conferencia reciente las Perspectivas Macroeconómicas para el segundo semestre.
Reyes sostiene que la economía argentina tocó fondo en el segundo trimestre y se espera una recuperación gradual, aunque lenta.
Es una recuperación con forma de sonrisa, no en forma de U ni de V, explicó, recalcando la necesidad de estabilidad política y una gestión fiscal y monetaria adecuada para que este escenario se materialice.
El desafío central que enfrenta Argentina es la inflación.A pesar de las políticas de ajuste implementadas, esta sigue siendo una preocupación para el futuro económico del país.
La inflación cerró en julio en 4%, pero aún está lejos de niveles sostenibles, señaló Reyes.El reto reside en bajar rápidamente las tasas de inflación en un contexto de restricciones monetarias y ajustes fiscales.
Salarios y tarifas: factores inflacionarios clave
Reyes destacó que los salarios y las tarifas de servicios son elementos claves que siguen impulsando la escalada inflacionaria.
Los salarios han experimentado un crecimiento por encima de la inflación en los últimos meses, con una recomposición significativa desde niveles muy bajos alcanzados en febrero.
En cuanto a las tarifas, Reyes explicó que el proceso de actualización actual se debe al ajuste iniciado durante el gobierno de Mauricio Macri y posteriormente congelado bajo el mandato de Alberto Fernández.
Este ajuste de tarifas, aunque necesario, también presiona la inflación, afirmó.
El recorte del gasto público: un nuevo enfoque
La situación fiscal argentina ha experimentado un cambio significativo con una política de ajuste más agresiva que en periodos anteriores.
Tradicionalmente, la relación entre el presidente y el ministro de Economía sobre el gasto público se caracterizaba por la resistencia a su reducción debido al temor a las consecuencias políticas.
El enfoque actual bajo la presidencia de Javier Milei es diferente: El presidente está impulsando un recorte aún más pronunciado del gasto público, comentó Reyes.
El gasto público total ha pasado de representar aproximadamente el 30% del PIB a finales del siglo XX a un pico del 47%.
La expectativa es llevar este gasto al 25% del PIB.
Un panorama incierto para el futuro cercano
El panorama económico para el resto del año 2024 es incierto y está influenciado por varios factores, como los precios internacionales de las commodities, la política monetaria global y la situación política interna.
Reyes señaló que el temor a una recesión en Estados Unidos también juega un papel importante en esta incertidumbre.
La recuperación del empleo será limitada debido a la debilidad en la actividad económica, sostuvo Reyes, resaltando que el mayor problema es para los desempleados.
El economista advirtió sobre el riesgo político como el principal obstáculo para la estabilidad económica.
La inestabilidad política podría afectar la confianza de los inversores y frenar cualquier progreso hacia una recuperación sostenible.