El próximo septiembre promete ser un mes excepcional para los amantes de la astronomía. Además de la habitual Luna llena del noveno mes, conocida como Luna de Cosecha por su brillo que facilitaba la recolección de cultivos a los nativos americanos, este año se trata de una Superluna, un fenómeno que ocurre cuando la Luna llena coincide con el perigeo, es decir, el punto más cercano a la Tierra en su órbita.

Pero las sorpresas no terminan ahí.La Superluna de Cosecha 2024 estará teñida por un eclipse lunar parcial, una experiencia única que ocurrirá cuando el Sol, la Tierra y la Luna se alineen de tal manera que la sombra terrestre caiga sobre el disco lunar, creando un mordisco visible en su superficie.

Este evento celestial tendrá lugar el 18 de septiembre a las 02:43 UTC, con horas de máximo esplendor variadas dependiendo de la ubicación geográfica.

En Washington D.C., por ejemplo, se podrá observar a las 22:34 del 17 de septiembre, mientras que en Madrid, España, será a las 04:34 del 18 de septiembre (03:43 en Canarias).

Ciudad de México lo vivirá a las 20:34 del 18 de septiembre, Bogotá a las 21:34 del 17 de septiembre y Buenos Aires a las 23:34 del 17 de septiembre.

Para disfrutar al máximo de este espectáculo, se recomienda calcular la hora exacta del fenómeno en su zona, revisar las previsiones meteorológicas, buscar un lugar alejado de la contaminación lumínica y contar con un campo de visión despejado.

Unos prismáticos o un telescopio pueden amplificar la experiencia, aunque no son imprescindibles para apreciar la belleza del eclipse lunar parcial sobre la Superluna de Cosecha.

La Superluna de septiembre de 2024 será la más cercana a la Tierra de todas las superlunas del año, situándose a 357.486 km de distancia, lo que promete un espectáculo aún más impresionante.

Richard Nolle, astrónomo que acuñó el término Superluna, describe esta luna como un evento fascinante que atrae la atención de observadores de todo el mundo.

El eclipse lunar parcial de este año será visible desde Europa, gran parte de Asia, África, América del Norte y del Sur, el Ártico y la Antártida, ofreciendo una oportunidad única para contemplar la belleza celestial en su máxima expresión.