La justicia argentina ha solicitado, por unanimidad, el arresto y captura internacional del presidente venezolano, Nicolás Maduro, por su presunta responsabilidad en graves crímenes de lesa humanidad.
La decisión fue tomada por los jueces Mariano Llorens, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, quienes actuaron sobre una denuncia presentada bajo el principio de jurisdicción universal.
Este principio permite a los países procesar delitos internacionales atroces contra los derechos humanos, sin importar la nacionalidad del autor o la víctima, ni el lugar donde se cometieron.
El abogado Tomás Farini Duggan, impulsor de esta acción legal junto al ministro de seguridad porteña Waldo Wolff, explicó que la solicitud busca presionar a aquellos países que mantienen relaciones diplomáticas con Venezuela a pesar de las violaciones sistemáticas de derechos humanos que denuncian grupos de oposición y organismos internacionales.
Las órdenes de captura, con fines de extradición, servirán para que todas aquellas naciones que por motivos ideológicos o económicos aún mantienen posiciones ambivalentes sobre lo que pasa en Venezuela, ya no puedan desentenderse de los graves crímenes de lesa humanidad que el gobierno que encabeza Nicolás Maduro Moros perpetra de manera sistemática para generar terror en la población civil y de esa forma perpetuarse en el poder, señaló Duggan.
Se espera que se presente esta solicitud ante Interpol, organismo encargado de coordinar acciones policiales entre países, con el objetivo de emitir una alerta roja contra el presidente venezolano.
Esta nueva denuncia se suma a otras presentadas desde Argentina y otros países ante la Corte Penal Internacional (CPI) contra Maduro y otros líderes chavistas por presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos durante su mandato.
Las acusaciones contra Maduro incluyen represión brutal contra manifestantes, persecución política, tortura y desaparición forzada de opositores, así como un control férreo sobre los medios de comunicación y la economía del país.
La situación en Venezuela ha generado una crisis humanitaria grave, con millones de personas desplazadas internamente y emigrando a países vecinos buscando refugio y oportunidades.