En un caso sin precedentes en Argentina, un hombre de 76 años adoptó legalmente a otro de 61 años, marcando un hito en la legislación familiar del país.

La adopción fue autorizada por el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil de Personas y Familia 2 de Orán, tras una solicitud presentada por Ana López (82) y su pareja Luis González (76).

La singular petición buscaba que Luis adoptara a Pedro Ruiz (61), hijo biológico de Ana. Desde los dos años de edad, Pedro ha sido criado por Luis, quien siempre se ha desempeñado como figura paterna, a pesar de llevar el apellido de su padre biológico fallecido en 1974.

A lo largo de su infancia, Pedro intentó formalizar la adopción por Luis en tres ocasiones previas, pero las leyes del Código Civil en vigor en ese momento no lo permitían.

La modificación del Código Civil en 2015, que abrió la posibilidad de la adopción de adultos mayores con vínculo establecido durante la infancia, permitió a la familia intentar nuevamente su solicitud.

La demanda, presentada por un representante de la Defensoría de Pobres y Ausentes, tomó por sorpresa a los jueces y abogados al principio.

Se confirmó que bajo el Código Civil y Comercial vigente, la adopción era legalmente viable.

La jueza Ana María Carriquiry, reconocida por sus innovadores fallos en temas familiares, autorizó la adopción tras verificar la ausencia de intereses económicos y la sinceridad del deseo de la familia.

La decisión tuvo un impacto emocional profundo.En una de las audiencias, Luis expresó: No quiero cerrar los ojos sin que él (Pedro) sea legalmente mi hijo, porque en el corazón lo ha sido siempre.

Este acto de amor y reconocimiento fue fundamental para Pedro, quien ahora llevará legalmente el apellido de quien siempre ha considerado su verdadero padre.